De 10% a 20% de los cuerpos extraños ingeridos no atraviesan el tubo digestivo por completo sin complicaciones.[2] Las complicaciones causadas por los objetos que no se expulsan son obstrucción y perforación. La perforación puede provocar una fístula, una infección grave o una hemorragia potencialmente mortal (p. ej., fístula aortoentérica), según la localización.[3]
Los niños con anomalías digestivas previas (p. ej., estenosis esofágica, cirugía previa, enfermedad diverticular, fístulas preexistentes) tienen más riesgo de complicaciones. La probabilidad de perforación ocasionada por un cuerpo extraño es bastante más alta si se aloja en el esófago que en cualquier otro segmento del tubo digestivo.[4]
La zona más frecuente de impactación de un cuerpo extraño en el esófago es la entrada torácica, situada aproximadamente a la altura de las clavículas en la radiografía de tórax, seguida por la unión gastroesofágica y por el segmento central del esófago (a la altura radiográfica del cayado aórtico).[5] Asimismo, la mayoría de las complicaciones por ingestión de cuerpo extraño en la infancia están causadas por impactación esofágica, habitualmente en una de las tres zonas señaladas.[6]
La evaluación diagnóstica ordinaria de una sospecha de ingestión de cuerpo extraño incluye una radiografía de tórax. A veces se necesitan radiografías con medio de contraste o tomografía computarizada para evaluar las complicaciones o para detectar un cuerpo extraño radiotransparente.[4] Si se detecta una pila de botón o de disco en el esófago debe realizarse una extracción urgente (< 2 horas desde la llega a urgencias) con independencia del tiempo de ayuno del paciente.[7] Las ingestiones de pilas de disco son especialmente preocupantes porque causan una lesión corrosiva que provoca perforación.
Todas las pilas de disco alojadas en el esófago deben extraerse por vía endoscópica de manera urgente si es posible.
Los cuerpos extraños esofágicos, como las pilas de disco, pueden provocar la formación de una fístula traqueoesofágica. Esto es más frecuente en los niños, como en esta paciente. Los síntomas habituales de una fistula traqueoesofágica son tos, intolerancia a la alimentación, disfagia, cianosis, asfixia, vómito, incapacidad para tragar las secreciones, dolor de garganta y síntomas digestivos y respiratorios inespecíficos.
Debe mantenerse un grado elevado de sospecha en los pacientes con síntomas respiratorios nuevos después de la extracción endoscópica de un cuerpo extraño esofágico. Por desgracia, los niños llegan a urgencias por lo general muchas horas o días después de haber ingerido un cuerpo extraño, como una pila de disco. Este retraso y los síntomas inespecíficos frecuentes causados por una ingestión sin testigos retrasan todavía más el diagnóstico de una pila impactada. La incidencia de perforación por una pila impactada es bastante alta a las pocas horas de la ingestión.
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Citar este artículo: Paciente pediátrico sin antecedente de vacunación con sibilancias después de extracción de cuerpo extraño - Medscape - 20 de abr de 2020.
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