Este video fue grabado el 21 de febrero de 2020.
El texto ha sido modificado para su mejor comprensión.
Dr. Diego Araiza Garaygordobil: Hola, soy el Dr. Diego Araiza, cardiólogo de la Ciudad de México, y tengo el privilegio de que esta ocasión nos acompañe la Dra. Alexandra Arias, jefa de la Unidad Coronaria del Instituto Nacional de Cardiología. El tema de hoy: “Estado actual de la reperfusión temprana” es parte de la Alianza Editorial con Medscape en español y la Sociedad Mexicana de Cardiología, con relevancia para todos los mexicanos ya que el infarto de miocardio representa la primera causa de muerte en nuestro país y en el mundo.
Sabemos que la reperfusión del infarto de miocardio es posiblemente el factor más importante en el tratamiento de estos pacientes. Los últimos años se ha generado gran controversia acerca de cuál terapia podría ser la mejor opción para reperfundir a estos pacientes: la fibrinólisis o la estrategia de un cateterismo cardiaco primario o una angioplastia primaria. ¿Nos puede hablar un poco sobre su experiencia en este sentido?
Dra. Alexandra Arias: Efectivamente, la reperfusión es un problema en México. Cuando estamos en una sala de urgencias muchas veces nos cuestionamos sobre la mejor opción terapéutica; como menciona, ha habido un debate que comenzó a mitad de los años noventa, cuando aparece la angioplastia primaria; podríamos decir que todos nos inclinamos a pensar que era la mejor terapia. Pero el tiempo no nos ha dado la razón en esto y hemos terminado regresando a las bases, a los años ochenta, con la fibrinólisis, y ahora lo que hacemos es decidir de acuerdo a la presentación del caso, es decir: cómo llega el paciente, cuántas horas de evolución tiene, dónde estamos.
Si tengo una sala de hemodinámica disponible en la sala de urgencias, y usted, que trabaja en el Instituto Nacional de Cardiología, estará de acuerdo, pienso en angioplastia primaria.
Pero esa no es la realidad de México. Tenemos muchos centros sin capacidad de realizar angioplastia primaria o en los cuales la sala de hemodinámica está muy lejos. Es verdad que cuando decimos a los hemodinamistas que posiblemente la fibrinólisis sea una opción, muchas veces pueden pensar que estamos un poco locos, pero cada vez existe más evidencia, y ya tenemos diez años con registros que nos han demostrado que la fibrinólisis bien aplicada, seleccionando bien el paciente en una sala de urgencia, en un centro sin capacidad hemodinámica, inclusive puede ser mejor que la angioplastia primaria.
Tenemos el resultado del estudio STREAM del año 2013.
Otro factor muy importante es que cuando pensemos en trombólisis ya no hay que pensar en ella sola. Ahora debemos pensar que la trombólisis es parte de un tratamiento que se completa con angioplastia temprana; cuando hablamos de trombólisis o fibrinólisis debemos hablar también de una estrategia fármacoinvasiva que en ciertos casos inclusive puede ser superior a angioplastia primaria.
Dr. Araiza Garaygordobil: Estudios recientes de Francia y Canadá han reportado que este concepto de estrategia fármacoinvasiva y utilizar lisis temprana y cateterismo cardiaco subsecuente en las horas siguientes podría resultar inclusive superior a angioplastia primaria en poblaciones seleccionadas en donde el acceso no es tan rápido para angioplastia. ¿Qué nos puede decir al respecto, y cuál es la realidad en nuestro país? Y háblenos también sobre las dificultades y el caleidoscopio tan importante en cuanto al acceso a servicios de salud.
Dra. Arias: Puedo comentar que la situación en México está cambiando y ha sido un proceso difícil. Creo que ha sido una batalla en la que seguíamos peleando sobre quién era mejor. Hubo muchos proyectos que trataban de decir que la mejor opción para México hubiera sido la angioplastia primaria, pero creo que ya todos estamos hablando el mismo idioma. Pienso que los médicos que hemos trabajado en el tratamiento del infarto con elevación del segmento ST concluimos que efectivamente la estrategia fármacoinvasiva es la mejor opción para el país.
Hay varias iniciativas que usted conoce, e incluyen Código Infarto, la estrategia de la Secretaría de Salud, del ISSSTE y de la Secretaría de la Defensa Nacional, y todos estamos de acuerdo, decidiendo que podemos administrar fibrinólisis en el primer contacto, porque no podemos llevar al paciente a la sala de hemodinámica en el tiempo adecuado, que implica un traslado de sesenta minutos, y puerta-primer contacto hasta el dispositivo de ciento veinte minutos, debemos inclinarnos por la fibrinólisis. Y esto es lo que se hará los siguientes años, porque es triste la mortalidad que tenemos en México, que es tres veces mayor de la ideal. Si revisamos los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, seguimos con una mortalidad aproximada de 27,5%. Esperemos que los próximos años, ahora que estamos poniéndonos de acuerdo, haciendo redes de atención de infarto, efectivamente podamos mejorar esta mortalidad que es tan preocupante para el país y para el sistema de salud mexicano.
Dr. Araiza Garaygordobil: Por último, ¿se pueden establecer sistemas de atención que posiblemente se adapten a las características locales de cada comunidad o cada estado, y que puedan ofrecer angioplastia primaria a los pacientes que se presentan en etapa temprana, pero también fibrinólisis a una red más amplia? Parece lógico establecer estos sistemas de atención en los siguientes meses. ¿Cuál cree que es el primer paso que necesita México en los siguientes meses o años para mejorar esta mortalidad tan alta de la que habla?
Dra. Arias: Bien, lo primero es que todos los sistemas de salud se concienticen del grave problema, porque algunas veces no tenemos el diagnóstico de las herramientas con que contamos para poder cambiar la historia. En seguida está la necesidad de capacitación, es decir, educar a nuestros sistemas de salud. Posteriormente integrar y formar una red, y que esa red realmente funcione, porque no sirve capacitar al primer contacto, que sepa identificar o que un segundo nivel administre fibrinólisis, si el centro con capacidad hemodinámica no lo puede apoyar, porque algunas veces la fibrinólisis puede fallar y debe tener un sistema de respuesta que pueda ayudarlo a rescatar al paciente en el que no fue exitoso el procedimiento.
Dr. Araiza Garaygordobil: Creo que el panorama que nos presenta es alentador, y los siguientes pasos han quedado muy claros, y seguramente escucharemos mucho de las diversas iniciativas, incluida la de usted, en los siguientes meses. Muchas gracias por su experiencia. Gracias por el tiempo pasado con nosotros. Esto es la alianza editorial de Medscape en español y la Sociedad Mexicana de Cardiología.
Hasta pronto.
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Citar este artículo: Estado actual de la reperfusión temprana en México - Medscape - 9 de abr de 2020.
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