Este video fue grabado el 20 de febrero de 2020 en el marco del XII CADECI.
El texto ha sido modificado para su mejor comprensión.
Dr. Jorge E. Cossío Aranda: Hola, soy el Dr. Jorge E. Cossío Aranda, grabando para Medscape en español. Tengo el gusto de entrevistar al Dr. Luis Alcocer Barreiro, cardiólogo con maestría en salud pública, y actual presidente de la Sociedad Interamericana de Hipertensión Arterial, con quien hablaremos de un tema muy interesante, que se refiere a las nuevas guías de hipertensión. ¿Qué son estas guías, cómo las comparamos con las anteriores, y fundamentalmente, con las de otros países?¿Qué nos puede decir sobre opciones terapéuticas en la hipertensión arterial de los mexicanos?
Dr. Luis Alcocer Barreiro: Las guías de la Sociedad Latinoamericana de Hipertensión Arterial fueron realizadas en el año 2017 por un grupo de aproximadamente 40 expertos en hipertensión, que curiosamente se emitieron antes de la aparición de las guías europeas de 2018, y poco después de las guías norteamericanas de la American Heart Association y el American College of Cardiology de 2017.
Principalmente se emiten como una especie de pequeña divergencia en relación a la idea de la American Heart Association y del American College of Cardiology en cuanto a cambiar la definición de hipertensión arterial y reducirla de 140/90 mm Hg a 130/80 mm Hg. Pensamos que para Latinoamérica, en relación a salud pública, mantener 140/80 mm Hg es correcto.
Esta guía tiene características muy especiales; consiste en adaptar lo que ya se conoce, porque todas las guías se basan en las mismas evidencias; no hay nada que tenga una y otra no, la diferencia está en las interpretaciones. Esta es nuestra interpretación para los latinoamericanos.
Otro aspecto importante es alcanzar las metas deseadas con el tratamiento antihipertensivo. Coincidimos más con las guías europeas, que indican que el punto ideal está entre 140 y 130 de presión arterial sistólica, y entre 90 y 80 de presión diastólica. Si el paciente llega a tener menos de 140/90 no forzamos a ir más allá.
Si es posible y el paciente llega a niveles de 130 de presión arterial sistólica o hasta 120, está perfecto. En esto coincidimos con todo el mundo, debemos tardar tres meses en alcanzar estas metas.
Otro aspecto relevante consiste en el hecho de que mientras más pronto se inicie el tratamiento, siempre obtendremos mejor resultado.
El siguiente aspecto en el que también coincidimos con la mayoría de las guías se refiere a que las modificaciones al estilo de vida son fundamentales, pero en la mayoría de los casos no son suficientes, y los pacientes requieren medicación. En el aspecto del manejo de la medicación, la innovación que prácticamente es igual o simultánea en el resto de las guías es la revaloración de la terapia doble o triple en una sola tableta, prácticamente para todo el mundo.
Nosotros concluimos, al igual que después concluyó la guía europea de hipertensión, que todo paciente con hipertensión debe iniciar con una combinación fija en una sola tableta de dos fármacos, cuya base es el bloqueo renina-angiotensina-aldosterona, y en base a esto podemos elegir agregar un diurético y un antagonista de calcio; si con eso no es suficiente, se pasa a la triple combinación, que incluye los tres fármacos.
Finalmente, si esto no es suficiente, se considera hipertensión arterial resistente.
Este modelo es extraordinario porque asegura que desde el primer paso del tratamiento tendremos la probabilidad de acertar en 70% de los casos; con la monoterapia tenemos resultado solo en 30% de los casos, e implica mucho tiempo.
Pero la gran noticia es que en México el sector salud ha decidido cambiar las estrategias en relación al control de la hipertensión arterial, y un grupo de expertos mexicanos fue convocado para estudiar y compartirnos la manera de hacerlo; realmente basados en estos aspectos de las guías europeas y latinoamericanas, concluimos que la solución para México es que ahora el médico de primer nivel de atención a la salud va a tener acceso a las combinaciones fijas, y no solo va a tener acceso a estas, sino que prácticamente no tendrá acceso a la monoterapia. Anteriormente el médico general solamente tenía acceso a la monoterapia para recetar, y si no funcionaba, debía remitir al paciente al segundo nivel de la atención a la salud. Ahora habrá terapia obligada en una sola tableta, y si el paciente necesita monoterapia (que son muy pocos casos) los únicos candidatos a obtenerla serán los pacientes de edad avanzada frágiles que no viven en la comunidad y que tienen problemas mentales, una enfermedad avanzada, o esperanza de vida corta.
Todos los pacientes recibirán terapia doble, lo cual tiene otra ventaja enorme: es mucho más barata. Increíble, porque alguien que empieza con una tableta y después requiere subir a dos, cuatro o hasta cinco, en promedio necesita cuatro tabletas, lo que implica cuatro unidades de costo. Una tableta tiene el costo de una unidad y media, de tal manera que reduciremos los costos actuales del tratamiento antihipertensivo en México, algo extraordinariamente importante, ya que 50% del dinero destinado a fármacos se invierte en este tipo de problemas.
Dr. Jorge E. Cossío Aranda: Como ven, la información que nos ha dado el Dr. Alcocer es muy importante, y concluimos que en México se abandonará la monoterapia. Muchas gracias. Es todo por el momento.
Para más contenido siga a Medscape en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.
Contenido relacionado |
Medscape © 2020
Citar este artículo: Guías latinoamericanas de hipertensión desde CADECI 2020 - Medscape - 12 de marzo de 2020.
Comentario