La lucha contra el coronavirus: entre el diagnóstico clínico y la creación de una vacuna

Juan Manuel Sarasua

5 de febrero de 2020

Un mes después de la confirmación del primer caso de coronavirus (2019-nCoV), el brote ha tomado ya dimensiones muy serias que amenazan con convertirse en un serio problema de salud mundial. El jueves 31 de enero la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio su voz de alarma, y hasta el 5 de febrero se habían reportado 24.550 casos en el mundo y 491 muertes, sobrepasando así el número ocasionado por síndrome respiratorio agudo severo (SARS) en 2002 - 2003 que fue de 349 muertes en territorio chino.[1,2]

Por su parte, Centers for Disease Control and Prevention y European Centre for Disease Prevention and Control han publicado instrucciones y protocolos de actuación tanto para la población como para los profesionales de la salud en la primera línea. Con esto cada país debería publicar sus recomendaciones y formas de ayuda y atención a los posibles casos sospechosos.

A pesar de las medidas tomadas por todos los organismos mundiales (muchas de ellas no exentas de críticas) aún existe el riesgo de que el brote sea mayor. China ha tomado medidas jamás vistas para la contención del virus y ha realizado el mayor experimento de cuarentena de la historia.

Muchos organismos critican la efectividad de las medidas y la posible infracción de derechos humanos al ponerlas en marcha. Pero el gobierno también ha compartido rápidamente el genoma del virus en repositorios abiertos y continúa trabajando con laboratorios expertos en todo el mundo, que buscan conseguir una cura para frenar el avance del virus.

"Pero no todos los países están hasta este día en la posición de tomar las medidas de precaución necesarias para controlar el riesgo de brotes epidémicos secundarios fuera de China", dice Emmanuel André, supervisor de los laboratorios de diagnóstico del Hospital de la KU Leuven

Es muy diferente coordinar medidas en países donde no hay un caso índice (o donde los casos son aislados en sistemáticamente importados) a uno donde hay transmisión. Bélgica* está aún en las etapas muy tempranas de prevención y control. "Estamos realizando cada día un mayor número de pruebas de diagnóstico, hasta que tuvimos el primer caso positivo teníamos alrededor de 10 casos sospechosos al día, algo que es muy por debajo de nuestra capacidad [el hospital analiza 14 millones de pruebas de diagnóstico al año]" añade. "En Gran Bretaña se están realizando creo unas 200 pruebas diarios (ya tienen 2 casos confirmados). En China la situación es muy diferente: allá tiene  más de 17.000 casos, casi 3.000 pacientes graves y el porcentaje  de las pruebas de diagnóstico que han resultado positivas es mucho mas alto". 

Sin embargo, el diagnóstico sigue los mismos procedimientos en ambos casos. El cribado de las muestras se hace con técnicas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR), comunes en todos los laboratorios. Para 2019-nCoV como para tuberculosis, se emplea un laboratorio de bioseguridad nivel 3. La OMS también ha publicado su protocolo para diagnosticar el 2019-nCoV en tiempo real.

Todo puede fallar cuando se implementan medidas que involucran a la población, ya sea por un error, porque el sistema de salud no es lo suficientemente fuerte, o simplemente por una implementación tardía de medidas de seguridad. Tailandia, por ejemplo, quizá para proteger su economía basada principalmente en el turismo, solo empezó a realizar controles de temperatura a los vuelos provenientes de China hasta la última semana de enero.[3] Las últimas consideraciones ponían el número básico de reproducción R0 (R-nought), entre 1,9 y 2,5 para el coronavirus".[4]

Los protocolos son distintos para cada tipo de acción. Al inicio los esfuerzos estaban orientados solo a vigilar a quienes hubieran ido a China, y luego a las personas a su alrededor. Pero las cosas pueden cambiar y evolucionar muy rápidamente. El 31 de enero en Francia, un médico general fue infectado con el virus por una persona a la que visitó en su casa.

"Por tanto, a toda persona que haya estado en China, o en contacto con alguien que haya ido, o si muestra síntomas relacionados con el coronavirus, se le dice que no acuda a los servicios de emergencia, sino que llame a los teléfonos de asistencia y siga las instrucciones. Todo esto deja claro lo importante que es estar preparados. No importa en qué parte de la crisis se encuentre uno, siempre hay que estar preparado para las siguientes etapas".

En búsqueda de una vacuna.

El otro campo de acción es la búsqueda de una vacuna, a la que se han sumado ya muchos equipos en el mundo. Uno de ellos es el laboratorio del profesor Johan Neyts del Instituto REGA, también de la KU Leuven, presidente de la International Society for Antiviral Research  (ISAR). Su laboratorio también tiene una larga tradición en el desarrollo de medicamentos antivirales.

Prof. Johan Neyts, de la Universidad KU Leuven Fuente: Rob Stevens/KULeuven

Ellos desarrollaron la tecnología de vacunas de virus vivos atenuados transmitidos con ADN plasmídico (PLLAV).

Desarrollada para hacer una variante termoestable y fácil de reproducir de la vacuna contra el virus de la fiebre amarilla; la vacuna se basa en clonar todo el genoma del virus en un plásmido especificamente diseñado para este propósito, de tal manera que pueda producirse fácilmente en grandes cantidades. Una simple inyección de la vacuna de virus vivos atenuados transmitidos con ADN plasmídico en el cuerpo hace que las células produzcan la vacuna y, como consecuencia, se desencadene la respuesta inmune.

El laboratorio del profesor Neyts ya ha tenido éxito desarrollando un candidato de vacuna dual contra la fiebre amarilla y la rabia y, ahora está trabajando para diseñar una doble fiebre amarilla y un candidato a la vacuna 2019-nCoV. Pero este es solo el primer paso de la forma larga y costosa de hacer una vacuna.

"En promedio, el desarrollo de una vacuna con métodos clásicos puede llevar entre 5 y 10 años y costar alrededor de 100 millones de euros", agregó el profesor Neyts. "Estamos convencidos de que podemos utilizar nuestra tecnología basada en la fiebre amarilla para desarrollar mucho más rápidamente un candidato a vacuna".

La Coalition for Epidemic Preparedness Innovations tiene como objetivo apoyar el desarrollo de nuevas tecnologías de vacunas. Esta asociación público-privada tiene la intención de recaudar 1 mil millones de dólares (ya tiene 770 millones) para este tipo de investigación.

Además de las vacunas, también será importante tener potentes medicamentos antivirales a mano. "Dichos medicamentos contra los coronavirus no están disponibles. Afortunadamente, un fármaco experimental, Remdesivir, de Gilead Sciences, había demostrado anteriormente que también promete contra otros coronavirus MERS y SARS", explica el profesor Neyts. Los estudios clínicos con el medicamento pronto se iniciarán en Wuhan.

Efectivamente, en un estudio publicado el 4 de febrero de este año, coordinado por el Instituto de Virologia de Wuhan, analizó la eficiencia de 5 compuestos (ribavirina, penciclovir, nitazoxanida, nafamostat) y su uso conjunto con los antivirales de amplio espectro remdesivir y favipiravir. Los resultados mostraron que el uso de remdesivir con cloroquina (un antimalárico) es ampliamente efectivo para controlar in vitro la infección del 2019-nCoV.[5]

Actualmente existen medicamentos antivirales altamente potentes disponibles para tratar infecciones contra el del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), la hepatitis B y C, el herpes y la influenza. "Quizás el mejor ejemplo de lo que pueden hacer los antivirales potentes sea el tratamiento de infecciones con el virus de la hepatitis C. Una combinación de medicamentos, por ejemplo sofosbuvir y daclatasvir, pueden curar al 99% de los pacientes con una infección crónica por el virus de la hepatitis C".

La velocidad con que se suceden los hechos en estas semanas ha sido vertiginosa. Luego de que el Instituto de Virología de Wuhan publicara el genoma del virus proveniente de una mujer de 49 años, vino el aislamiento y cultivo del virus por parte del equipo australiano del Peter Doherty Institute for Infection and Immunity. Científicos de todos el mundo, incluido el laboratorio del profesor Neyts, recibieron en pocos días los viales con los virus para poder realizar los experimentos. "Una vez con los viales comprobaremos el virus con cada uno de los casi 400.000 compuestos que tenemos", explicó el profesor.

El 2 de enero Tailandia anunció el éxito de un coctel de lopinavir y ritonavir en el tratamiento de un paciente en Bangkok.[6] Los resultados no son concluyentes, pero los médicos han visto cómo el paciente mejoraba en solo 48 horas. Respecto a los estudios con datos epidemiológicos, clínicos, de laboratorio o radiológicos sobre el coronavirus, el Hospital de Jin Yintan, en Wuhan, publicó el primer estudio en The Lancet , e investigadores de la Universidad de Hong Kong publicaron también un método para la detección del coronavirus.[7,8] En esta dirección de la International Society for Antiviral Research  hay más de 30 publicaciones científicas relacionadas con el 2019-nCoV.

Instrucciones de países latinoamericanos para ella protección y tratamiento del coronavirus, incluidas las pautas para el personal sanitario y clínico

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