Informe de evolución y prevalencia de los factores de riesgo cardiometabólico más importantes en las Américas

Myriam Vidal

28 de enero de 2020

CIUDAD DE MÉXICO, MEX. En un esfuerzo para reducir la tasa de incidencia de las enfermedades no transmisibles cardiovasculares en las Américas, un grupo de investigadores de la región publicó un estudio que analiza carga, tendencia y cambios de los factores de riesgo cardiometabólicos más importantes a lo largo del tiempo.[1]

Los investigadores responsables del estudio que analizó la evolución de los factores de riesgo cardiometabólico más prevalentes en las Américas, a través del tiempo, se plantearon la pregunta de ¿cómo construir políticas públicas cuando realmente no se tiene una idea clara de la magnitud del problema?

El estudio, publicado en The Lancet, hizo un análisis de las tendencias nacionales y regionales de índice de masa corporal medio, prevalencia de obesidad, presión arterial sistólica y diastólica media, prevalencia de presión arterial elevada, y prevalencia de diabetes en adultos de 18 años de edad y mayores, en los 37 países de las Américas, que abarca de 1980 a 2014.

Perspectiva sobre la carga de la enfermedad

Las enfermedades no transmisibles son responsables de 71% de los decesos a nivel mundial, con 41 millones de muertes al año, dentro de las cuales 17,9 millones son a causa de enfermedades cardiovasculares. En México y Brasil las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte por enfermedades no transmisibles.

Afecciones como obesidad, diabetes e hipertensión se han convertido en uno de los retos de salud pública más urgentes de la región. Sin embargo, no existen políticas públicas estandarizadas para controlarlas efectivamente, por lo que van en aumento.

Aunque la región es grande y los resultados variaron dependiendo no solo del país, sino de grupo etario, género y estado socioeconómico de las diferentes poblaciones, un punto de común acuerdo en los resultados radica en que los índices de obesidad y diabetes aumentaron en todos los países.

En 2014 la prevalencia de obesidad en los hombres fue superior a 20% en casi un tercio de todos los países, con Estados Unidos en primer lugar, mientras que para las mujeres todos los países tenían una prevalencia de obesidad superior a 20%, y 16 países de 37 (43%) tenían una prevalencia superior a 30%. México en particular ocupa el noveno lugar en obesidad entre los 37 países, y Brasil el puesto 17 de obesidad en hombres, y el número 34 para mujeres.

Dr. Ismael Campos Nonato

El Dr. Ismael Campos Nonato, jefe del Departamento de Obesidad, Diabetes y Riesgo Cardiovascular del Instituto Nacional de Salud Pública de México, explicó que aunque en el país hay iniciativas como el aumento de 10% al impuesto de las bebidas azucaradas y la regulación del etiquetado más claro en los alimentos. Mientras no existan los suficientes recursos humanos de consejería a nivel nutricional o la capacitación adecuada para que los médicos de primer nivel puedan fomentar los cambios conductuales en el estilo de vida de las personas, la obesidad persistirá.

"Los nutriólogos del sistema de salud son insuficientes, y en promedio, los médicos de primer nivel reciben de dos a seis horas dentro de toda su formación para poder producir cambios conductuales en cuanto a estilo de vida. Los planes de estudio de las universidades y las capacitaciones a los médicos en servicio deben mejorar para poder cubrir esos huecos".

Enfoque en medicina preventiva

Asimismo, el Dr. Campos señaló que otra prioridad para las autoridades mexicanas debería ser enfatizar en más esfuerzos y recursos en la medicina preventiva, en lugar de esperar a que el paciente sufra una complicación cardiaca para después tratarla. Esto va de la mano con un diagnóstico oportuno.

En el país, cerca de 40% de las personas que tienen hipertensión y diabetes lo desconocen, y tener el diagnóstico no implica estar controlado. La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición encontró que aproximadamente 40% de pacientes con hipertensión recibe tratamiento farmacológico, pero no es controlado adecuadamente.[2]

"Y aun cuando estén diagnosticados, no se da la consejería personalizada en cuanto a preferencias y disponibilidad de alimentos. Se dan tratamientos estandarizados en donde el paciente no entiende las indicaciones, y es difícil hacer un cambio en los hábitos de alimentación", enfatizó el especialista.

Dr. Paulo Andrade Lotufo

Sin embargo, estas barreras en la salud no competen únicamente a México. El Dr. Paulo Andrade Lotufo, profesor del Departamento de Medicina, de la Faculdade de Medicina en la Universidade de São Paulo, en San Pablo, Brasil, e investigador asociado al artículo, comentó a Medscape en español que ese país también está dejando en segundo plano la medicina preventiva, con la contradicción añadida de que aunque los fármacos para controlar los problemas cardiacos son gratuitos, no existen programas de seguimiento efectivos posteriores a 6 meses de la hospitalización.

"Estamos débiles en cuanto a prevención secundaria. Muchas personas que sufrieron un infarto, o un infarto cerebral, reciben excelente atención médica en el momento del evento, pero después del alta y una prescripción, no hay un sistema estandarizado para darles seguimiento. El número de casos fatales después de 6 meses a un año es alto".

El problema adquiere relevancia si se toman en cuenta los resultados del estudio INTERHEART referenciado en la investigación, en donde el riesgo de infarto agudo de miocardio debido a diabetes fue más del doble en Brasil (17,0) que en Colombia (7,4).[3]

Enfoques regionales

Aunque el estudio evidenció que la prevalencia de los factores de riesgo cardiometabólicos (con excepción de la presión arterial elevada) ha aumentado con el tiempo y lo seguirá haciendo, también destacó que la heterogeneidad en la prevalencia de dichos factores requiere respuestas multisectoriales adaptadas localmente para mejorar la prevención y el tratamiento.

Por ejemplo, el principal objetivo de Norteamérica debe ser reducir la obesidad, mientras que otros países de la región no solo se están enfrentando al reto de la obesidad, sino de la prevención de la diabetes y la presión arterial elevada.

En este sentido, aunque la presión arterial sistólica media disminuyó desde principios de la década del 2000 hasta 2014, esta tendencia parece haberse detenido o revertido, particularmente en Norteamérica, Latinoamérica y Sudamérica para los hombres, y en Norteamérica y Centroamérica para las mujeres.

Mientras tanto, países con baja prevalencia de factores de riesgo cardiometabólico, como Perú, Bolivia y Ecuador, deben centrar sus esfuerzos en revertir las crecientes tendencias, continuar con lo que están haciendo bien, e implementar nuevas políticas.

Un ejemplo de ello lo constituyen Argentina, Chile, Perú y Uruguay, que tienen mejores tasas de conocimiento, tratamiento y control de la hipertensión, en comparación con Sudáfrica, China, India y Pakistán. Sin embargo, las desigualdades dentro de los países, y entre países, deben abordarse para garantizar que todos los grupos de población estén siendo atendidos; las políticas públicas aún tienen mucho trabajo pendiente en ese frente.

El Dr. Campos señaló cómo el Instituto Nacional de Salud Pública ha observado que la traducción de los sistemas de diagnóstico o tratamiento a los diferentes sectores de la población implica un beneficio para las personas, sin embargo, actualmente "no existen programas o enfoques para poder adaptar tratamientos hacia las circunstancias contextuales de una comunidad que vive en la ciudad o en el campo, tanto para tratamiento y diagnóstico".

Lo mismo ocurre en Brasil, en donde el Dr. Lotufo informó que la hipertensión es un factor de riesgo típicamente asociado a la pobreza.

Recomendaciones de Brasil y México para la región

Es evidente que siguen existiendo muchos obstáculos y retos pendientes, pero no todo es negativo, y siempre es posible aprender de las experiencias exitosas que tienen los países.

Por ejemplo, Brasil ha logrado reducir su tasa de fumadores a menos de 10% de la población total del país, con efectos positivos en sus índices de hipertensión, compartió el Dr. Lotufo. El país también trabaja en la reducción de azúcar en las bebidas y en eliminar por completo los productos con grasas trans; en 2018 se aprobó una ley que prohíbe el uso de aceites vegetales parcialmente hidrogenados, que entrará en vigor en 2021.[4]

Mientras tanto, el Dr. Campos señaló que México se ha convertido en el país de referencia en cuanto a la implementación a nivel nacional del impuesto al refresco, así como el etiquetado frontal de alimentos. "Se espera que sea el mejor a nivel mundial".

Estos ejemplos son prueba de que las enfermedades no transmisibles pueden controlarse y prevenirse.

El estudio multinacional se puede convertir en una valiosa herramienta para indicar oportunidades de esfuerzos de prevención conjunta o intervenciones orientadas a reducir los factores de riesgo comunes en la región, sobre todo tomando en cuenta la interconexión en los aspectos culturales, sociales, demográficos, étnicos, económicos y políticos de los países de las Américas.

Los doctores Campos Nonato y Lotufo han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

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