Esta serie de Urgencias Psiquiátricas es presentada por el Dr. José J. Mendoza Velásquez, e incluye una colección de videos para permitirle reconocer y dar manejo inicial a la enfermedad psiquiátrica en el contexto clínico (consulta ambulatoria, servicio de urgencias, hospital general), enfocándose en las principales urgencias psiquiátricas.
Hola, soy el Dr. José Mendoza Velázquez, grabando desde México para Medscape en español.
Continuando con la sección de evaluación de los síntomas de enfermedades mentales, hoy hablaremos de ciertos puntos clave importantes para detectar o evaluar en urgencias y primer contacto al paciente con ansiedad y trastornos de pánico.
Trastornos de ansiedad
La ansiedad es una de las manifestaciones psiquiátricas más frecuentes. Es un estado afectivo desagradable e intolerable.
Los trastornos de ansiedad incluyen diversos cuadros psicopatológicos, cuya principal característica es la presencia de molestias relacionadas o similares al miedo, tales como intranquilidad, desesperación, temor, preocupaciones excesivas y ansiedad; o una combinación entre ellas.
De todas las enfermedades mentales, los trastornos de ansiedad tienen mayor prevalencia, estimándose que entre 13,6% y 28,8% de la población padecerá un trastorno de ansiedad a lo largo de su vida.[1,2]
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los trastornos mentales y del comportamiento representan cinco de las diez principales cargas de morbilidad en personas entre 15 y 44 años de edad (OMS, 2001). En nuestro país, la Dra. Medina Mora y sus colaboradores reportaron en la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica que 28,6% de la población presentó alguno de los 23 trastornos mentales de la CIE-10 al menos una vez en la vida; 13,9% reportó haberlo padecido en los últimos 12 meses, y 5,8% durante los últimos 30 días.[3]
Seis de cada 20 mexicanos, 3 de cada 20, y 1 de cada 20, presentaron trastornos psiquiátricos alguna vez en la vida en los últimos 12 meses, o en los últimos 30 días, respectivamente.
El complejo espectro sintomático de la ansiedad se caracteriza por la continua sensación de opresión, tensión nerviosa, inseguridad, o impresión de estar amenazado, expresión facial característica, manifestaciones neurovegetativas, como palidez, sudoración profusa, taquicardia, taquipnea, diarrea, sequedad de boca, disminución del apetito, insomnio, hipertensión, hipoglucemia, tensión muscular, cefalea, polaquiuria, etcétera.
Los ataques de pánico, que en ocasiones son frecuentes, se caracterizan por episodios breves de ansiedad intensa; surgen súbitamente, alcanzan su máximo rápidamente, y no están asociados a situaciones amenazantes de la vida. Se percibe temor a morir o a perder la razón, junto a sensación de falta de aire o asfixia, y predominio de síntomas vegetativos de gran intensidad.
Diagnósticos diferenciales de pacientes con ansiedad
Esta patología es importante, porque desde el diagnóstico diferencial muchas enfermedades cursan con ansiedad.
Un artículo de Sung de 2018, publicado en Psychiatry Research, describe en forma indirecta las formas de valoración de los síntomas de ansiedad en áreas de urgencias de cardiología.[4]
Los síntomas de ansiedad son frecuentes en patologías como arritmias, dolor precordial sin especificación e hipertensión arterial.
Otros datos a explorar previo a diagnosticar cualquier trastorno de ansiedad incluyen consumo de café o drogas estimulantes, síntomas delirantes, delirium, epilepsia, hipoglucemia o hipoxia, e incluso embolia pulmonar o tirotoxicosis.
Si todo esto está excluido y la sospecha es de trastorno de ansiedad, es muy importante establecer una buena relación previa a comentar las posibles causas psiquiátricas, ya que esto podría generar rechazo del paciente a la atención.
Abordaje diagnóstico del paciente con ansiedad
Hay que establecer una buena relación emocional con el paciente, escucharlo y reasegurarlo. Realizados los exámenes físicos, si los resultados son negativos, deben mostrársele, y evitar frases como: "Usted no tiene nada"; "Son cosas de su mente"; o "A veces la mente puede ser muy poderosa".
Hay que ser cautos y evitar afirmar que el trastorno no se repetirá. Debe señalársele que su trastorno requiere y tiene tratamiento.
En caso necesario se administrarán ansiolíticos y se canalizará a los servicios de atención en salud mental correspondientes.
Dentro de los ansiolíticos comúnmente utilizados, la indicación primordial se basa en benzodiacepinas, particularmente alprazolam; sin embargo, otros fármacos pueden funcionar en estos trastornos. El objetivo no es dar tratamiento largo con benzodiacepinas al paciente, sino contar con personal capacitado (no necesariamente médico) en brindar técnicas de relajación y establecer el contacto entre el paciente y el servicio que brindará la atención definitiva.
Esto es todo en cuanto al tema de la ansiedad. Agradezco su atención, y seguimos en contacto.
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Citar este artículo: El paciente con ansiedad y trastornos de pánico en urgencias - Medscape - 30 de enero de 2020.
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