Nota: este artículo está adaptado del curso disponible en la Medscape Physician Business Academy, Médicos e internet: aumente su reputación y carrera (en inglés).
Algunos médicos se mantienen alejados de las redes sociales porque ven numerosos riesgos potenciales.
Los médicos son especialmente vulnerables en las redes sociales. Afrontan restricciones estrictas sobre privacidad del paciente, deben presentar información médica absolutamente cierta, y soportan presión para presentar una imagen pública intachable.
No obstante, estos inconvenientes no significan que se deba prescindir de las redes sociales. Solo significan que hay que entender los riesgos específicos y tomar medidas para evitarlos.

Con las redes sociales, más que nunca, las personas deben mantener la discreción. Es posible conocer la mayoría de las precauciones que deben aplicarse empleando el sentido común. Siempre hay que tomarse un tiempo para pensar en las implicaciones que tiene lo que se va a hacer.
A continuación analizamos algunos errores frecuentes de los médicos en redes sociales:
1. Obviar la naturaleza viral de las redes sociales.
Las redes sociales actúan como un megáfono. Pueden amplificar un comentario aislado por muchos canales, hacerlo viral y alcanzar rápidamente a decenas de miles de personas. Cualquier error o equivocación puede ser muy difícil de borrar. Es posible retirar un comentario inadecuado, pero puede ser demasiado tarde. Puede haberse transmitido mediante capturas de pantalla y por otros medios.
Por ejemplo, un caso en St. Louis en el que una ginecóloga se quejó en Facebook del retraso habitual de una paciente en sus citas médicas.[1] Alguien colgó una captura de pantalla del comentario de la médica en la página de Facebook del hospital y muchas pacientes reaccionaron. El hospital determinó que sus comentarios no transgredían la privacidad de la paciente y pudo conservar su empleo, pero sus comentarios públicos dañaron su imagen.
2. Transgredir la privacidad del paciente.
El interés las redes sociales por ser transparentes y personales proporciona muchas oportunidades para transgredir la privacidad de los pacientes.
Las situaciones de riesgo comprenden compartir el diagnóstico de un paciente con compañeros de trabajo, destacar los casos de los pacientes en una página de internet médica y colgar fotos en las que puede verse la cara del paciente o información del paciente en el fondo. Estas potenciales transgresiones son bastante frecuentes. En un estudio de 271 blogs de salud escritos por médicos o profesionales de enfermería, 45 (16,6%) ofrecían información suficiente a los pacientes para identificar a sus médicos o a sí mismos.[2] Tres de los blogs mostraban imágenes reconocibles de los pacientes.
Es posible transgredir la privacidad haciendo cualquier identificación obvia, como el nombre o la cara del paciente. Los pacientes pueden ser identificados cuando se relacionan con un accidente inusual, una enfermedad infrecuente, cuando ingresan en un hospital o en una unidad concreta. Además de transgredir la ley de privacidad local y protección de datos personales, estas transgresiones pueden provocar una intervención por parte del colegio de médicos e incluso pueden implicar una pérdida de empleo.
Hace varios años una médica publicó sus frustraciones con un paciente con lesiones traumáticas. Aunque no publicó su nombre, aportó información suficiente para identificarlo. Como consecuencia, fue despedida del hospital, amonestada por el colegio de médicos y condenada a pagar una multa de 500 dólares.[3]
Es mejor no referirse a un paciente en concreto, pero si debe hacerlo, han de eliminarse datos específicos, como edad del paciente, nombre del hospital o circunstancias de un accidente. Si le preocupa que la identidad del paciente pueda revelarse, como con una enfermedad infrecuente, no utilice las redes sociales. Es mejor enviar la información directamente a un colega por medios que especifiquen la privacidad y mantengan la privacidad del paciente.
Cuando los médicos comparten imágenes radiológicas o de la piel de los pacientes, deben eliminar todos los datos de identificación, como comentarios escritos, fecha de nacimiento, cicatrices, tatuajes, adornos y entornos singulares.
Si quiere identificar a sus pacientes para publicidad u otros fines, necesita su consentimiento firmado por escrito. El documento de consentimiento debe especificar el objetivo de la identificación, quién recibe la autorización y cuándo, información sobre el derecho del paciente a revocar la autorización y la firma del paciente. Un abogado debe dar el visto bueno al texto.
3. Responder a las solicitudes de amistad de los pacientes.
Algunos pacientes envían solicitudes de amistad por Facebook a sus médicos y estos pueden sentirse mal por rechazarlas.
En todo caso, tener una relación positiva con el médico favorece la confianza, mejora el cumplimiento terapéutico e incluso ayuda a la curación. En un estudio sobre médicos que recibieron solicitudes de amistad, 42% afirmó que no siempre las rechazarían.[4]
Pero no es buena idea tener a un paciente en su página personal de Facebook, porque los pacientes pueden ponerse en contacto con cualquiera de sus amigos, ver sus fotografías personales o leer su blog personal.
Estos pacientes también pueden empezar a solicitar consejos de salud, que pueden suponer una transgresión de las políticas de atención médica y la privacidad del paciente. O probablemente pueden buscar una relación sentimental, que si no se evita, puede provocar una acción disciplinaria del colegio de médicos.
La solución es tener dos páginas de Facebook: una privada para la familia y los amigos, y otra profesional para los pacientes y el público general. Esto puede aplicarse a otras redes sociales como Twitter e Instagram.
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Citar este artículo: 10 maneras de perder pacientes y respeto en las redes sociales - Medscape - 20 de enero de 2020.
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