Aunque los síntomas de la enfermedad hepática varían, ciertas presentaciones son comunes, como el edema abdominal y de las extremidades inferiores, los hematomas de fácil aparición, la ictericia y los cambios en la orina y las heces. De 2000 a 2015, las tasas de mortalidad por enfermedad hepática crónica y cirrosis en Estados Unidos aumentaron 31%.[1] En todo el mundo, la enfermedad hepática causa aproximadamente 2 millones de muertes por año.
La enfermedad hepática no relacionada con el cáncer tiene múltiples etiologías. Más de 177 millones de personas en todo el mundo tienen el virus de la hepatitis C, lo cual lo convierte en una de las principales causas de morbimortalidad hepática.[2] La ingestión de drogas y alcohol también puede ocasionar un daño hepático significativo, pudiendo resultar en hígado graso y cirrosis.
¿Está familiarizado con los aspectos clave de las causas comunes no oncológicas de la enfermedad hepática, incluidas las mejores prácticas para el diagnóstico y el tratamiento? Evalúe su conocimiento con este Mini Examen Clínico.
Medscape © 2019 WebMD, LLC
Cualesquiera puntos de vista expresados antes son del propio autor y no necesariamente reflejan los puntos de vista de WebMd o Medscape.
Citar este artículo: Enfermedad hepática - Medscape - 4 de sep de 2019.
Comentario