Movimiento de Médicos Pasantes en Servicio Social exige mejorar las condiciones laborales en México

Nelly Toche

1 de agosto de 2019

CIUDAD DE MÉXICO, MEX.La Asamblea Mexicana de Médicos Pasantes en Servicio Social surgió en el mes de mayo, pero no fue hasta ahora, que se acercaba el límite de los plazos para la segunda promoción del año (1 de agosto), que decidieron comenzar un movimiento organizado.

Se comenzó un paro desde el 30 de julio en casi todo el país, al cual se han ido sumando más pasantes distribuidos en los centros de salud, y aunque no están abandonado el centro de salud, no otorgan consultas, lo único que hacen es abastecer fármacos para pacientes con enfermedades crónico-degenerativas y atender urgencias.

“Se recibe a cualquier persona, pero se le explica la situación, incluso si los pacientes están de acuerdo, firman en apoyo al movimiento y aceptan no recibir consulta en ese momento; desde luego, las situaciones críticas se atienden”, explicó Andrés Quintero Leyra, médico pasante, representante del movimiento en la Ciudad de México y estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En entrevista para Medscape en Español compartió que la asamblea se formó a partir de una serie de comunicados emitidos por la Secretaría de Salud y que se recibieron en las universidades y secretarías estatales, donde se mencionaba que se  recortaría el presupuesto de las becas y en general a las profesiones dedicadas a la salud, sin embargo, el movimiento se ha ido nutriendo de nuevas inquietudes.

“Queremos información, porque la Secretaría de Salud no ha dado un comunicado oficial a los estudiantes para explicar cómo va a cambiar el servicio social con la nueva administración, si se conservará el modelo o cuáles serán las nuevas medidas”.

Condiciones de los pasantes

Hasta ahora, el modelo en el que estaban insertos los pasantes de medicina se diversificaba, cada uno con distintas especificaciones de acuerdo con lo alejado del entorno urbano y las horas de trabajo. "El problema hoy consiste en que cada una de las plazas tenía cierto pago; en el caso de la C, eran 1.750 pesos quincenales por estar en las zonas con mayor marginación, pobreza y alejadas de las zonas urbanas".

Las reglas están establecidas a través de la Norma Oficial Mexicana NOM 009-2013, pero ahora sucede que muchas universidades estuvieron ofertando plazas tipo C, como si fueran de tipo A o B, esto significaba 1.200 pesos por plaza B o 500 pesos por plaza A. Incluso algunas universidades están transformando las plazas rurales en plazas de vinculación, las cuales no reciben ningún apoyo económico, explicó el representante.

Prácticamente 40% de la consulta de primer contacto que se da en las comunidades rurales es por médicos pasantes. En estas plazas rurales, los pasantes que están en su último año formativo, en muchos de los casos son el único personal de salud que llega a las comunidades; duerme, come y se asea dentro del centro de salud, pues se cubren 24 horas y 6 días a la semana, "ese es el servicio rural en medicina".

Quintero también denunció que en muchos casos el pasante prácticamente administra estos centros de salud, realizando tareas que no les corresponderían, encargándose de gastos, prescripción de fármacos, autorizando presupuestos, etcétera. "En los hospitales las condiciones son un poco más favorables, pero tampoco son las óptimas".

El servicio social en medicina es el último año de la formación de pregrado del médico general, a diferencia de otras carreras, el servicio social en las ciencias de la salud en general es de 12 meses, 6 meses más que las demás carreras.

La organización

Comenzaron con representantes por cada universidad compartiendo la responsabilidad, las reuniones se dieron y a través de ellos se llevó a cabo la comunicación. De aproximadamente 190 universidades con la carrera de medicina, hay 70 involucradas de todo el país, sin embargo, en estos días se han agregado más instituciones. "El dato de integrantes aún no se calcula, pero solo de la UNAM son 700 pasantes los involucrados".

El entrevistado denunció que muchos estudiantes quieren añadirse a las propuestas porque no están de acuerdo con las condiciones de su centro de salud, pero las autoridades jurisdiccionales de la Secretaría de Salud los están amedrentando, asegurando que si se unen al paro no recibirán sus cartas de liberación o se alargarán los días de su servicio.

Para ello, la asamblea hizo llegar un borrador para solicitar por escrito, tanto a universidades como a distintos centros de salud, que los pasantes puedan manifestarse sin represalias, de lo contrario, se pide que las consecuencias se establezcan, también por escrito, porque todo ha sido verbal o incluso por mensajes de texto.

Este es un movimiento distinto al de la Asamblea Nacional de Médicos Residentes, quienes fueron los primeros en manifestarse y que hasta la fecha han logrado muchos puntos de su pliego petitorio; ellos están cercanos a este nuevo movimiento tratando de dar asesoría. Al respecto, la Dra. Karen Arteaga explicó a Medscape en Español que tuvieron una reunión para saber la organización que los pasantes quieren como asamblea.

Ahora se encuentran en el proceso de reunir a todos los involucrados en el país y desde su experiencia compartieron la importancia de hacer los oficios y mantener la comunicación tanto con las autoridades como con los mismos miembros de la asamblea. Además, les aconsejan ser organizados y tener los datos lo más actualizados que se pueda.

Los médicos residentes incluso están en reuniones con el Congreso para promover una actualización de la ley y las normas; en este sentido, la Dra. Arteaga compartió que en el documento que están trabajando no se pueden incluir las peticiones de los pasantes, ya que estos todavía dependen 80% de su universidad, más que de los gobiernos. "Son muy distintos los procedimientos y tienen que verse de manera separada, sin embargo, sobre las dudas que han tenido de cómo acercarse y a qué personas, hemos tratado de ayudar, pues dentro de muy poco seremos colegas".

Agregó que el proceso de asignación de plazas para pasantes corresponde a las universidades, igualmente que a las autoridades: "Ambas deben estar presentes en este problema y resolver. Es justo lo que están solicitando y eso también deben comunicarlo a la sociedad, con una línea de respeto y siguiendo las normas".

Concluyó diciendo que muchas veces estos médicos corren riesgos e inseguridad, "son plazas que se usan para lugares complicados o alejados; ha habido muchas situaciones que han puesto en riesgo la integridad y la vida de pasantes, por lo que lo ideal es que se logren algunos de los puntos que están solicitando, ya que sus demandas son genuinas".

Una primera respuesta

El 31 de julio la Secretaría de Salud emitió un comunicado, aludiendo por primera vez al Movimiento de Pasantes, en el que se indica que se garantizan las becas de servicio social para pasantes de medicina y carreras afines.

"Las becas para pasantes de medicina son una prioridad para la Secretaría de Salud, por lo que ningún estudiante que esté cumpliendo con su servicio social quedará desprotegido, ya que no habrá reducción o suspensión del recurso destinado a este fin", menciona el comunicado.

La entidad aseguró que se cuenta con la suficiencia presupuestal para solventar las 52 mil 250 becas para este 2019, cantidad igual a la que se otorgó en 2018 y en 2017.

"En este momento hay 34 mil pasantes de medicina que realizan servicio social y cuentan con su respectiva beca, y se dispone del recurso para otorgar 17 mil becas más", y confirmó que en agosto inicia la segunda etapa de asignación.

Ante el desplegado, la Asamblea Mexicana de Médicos Pasantes en Servicio Social aseguró no estar conforme. "Lo que vemos son algunas inconsistencias en las declaraciones sobre lo que en realidad sucede", enfatizó Quintero.

Por ejemplo, el comunicado aseguró que el tipo de beca se define por la zona económica de la unidad de salud en la que el estudiante prestará su servicio. La de menor percepción se otorga a quienes realizan servicio social en establecimientos ubicados en zonas de baja marginación, y la más alta en unidades ubicadas en zonas alejadas y de muy alta marginación.

Especificó que los montos de las becas, que están publicados en el Diario Oficial de la Federación, contemplan cinco niveles diferentes: uno para servicio social de investigación y cuatro para cubrir servicios asistenciales. El número de horas diarias depende del tipo de beca. Las de tipo A cubren seis horas diarias, cinco días a la semana; las de tipo B de siete a ocho horas diarias seis días a la semana, y las de tipo C, ocho horas diarias, seis días a la semana, igual que los que tienen beca de tipo doble C (CC).

"Esto que se menciona no funciona así en la realidad; esas plazas tienen reglas en cuanto a seguridad, infraestructura y plan de estudios, por ejemplo, el pasante debería tener siempre a una persona graduada como tutor, y eso no sucede".

Además, las plazas tipo doble C que se mencionan, en la práctica ya no se otorgan, aseguró el entrevistado, "al menos en la UNAM ya no hubo ninguna plaza de este tipo y en los comunicados de otras instituciones del país este segmento ya no se aplica".

Asimismo, añadió que no se trata solamente de pelear por el dinero, pero en este tema hasta el día 30 de julio no tenían claridad, y en la reunión con el Senador Miguel Ángel Navarro Quintero se les mencionó que apenas se iba a tratar el tema correspondiente al otorgamiento de recursos.

Otra cuestión que inquieta a los jóvenes pasantes es que los últimos días se han hecho reparticiones en varias universidades en las que muchos compañeros están quedando sin becas a pesar de que las características de la plaza que les están dando son de tipos A, B o C. "Las condiciones en las que se está dando la repartición de las plazas son contrarios a lo que dice la norma oficial".

En cuanto a  la declaración de la Secretaría de Salud sobre no haber recibido pliego petitorio alguno de ninguna organización, asamblea u otra asociación de estudiantes o pasantes de medicina, el representante del movimiento comentó que esto es cierto, "no se había hecho llegar directamente a esta entidad, pero sí a las dependencias locales en los estados".

El último punto que preocupa es que el comunicado informa que los médicos pasantes que han fungido como "voceros" de los movimientos de médicos pasantes en servicio social no son becarios de la Secretaría de Salud. "El problema es que ellos lo ven como si fuera una organización con líderes, y se trata de los pasantes en general; independientemente de tener o no la beca de la Secretaría, estamos demandando las condiciones en las que se lleva a cabo el servicio social, nada tiene que ver con la tenencia de la beca".

"Nos inquieta también que la Secretaría de Salud nos investigue, en lugar de abrir el diálogo e invitarnos a platicar; es una especie de desacreditación, así lo percibimos".

En una primera reunión con las autoridades (la Unidad de Administración y Finanzas de la Secretaría de Salud, el Dr. Pedro Flores Jiménez y el Director General Adjunto de la DGCES, Mtro. Ricardo Octavio Morales Carmona) la tarde del 31 de julio se hizo entrega del pliego petitorio y fueron escuchadas sus demandas.

En comité analizó punto por punto el pliego petitorio de la asamblea. Se esclareció el tema del presupuesto, el cual se encontraba congelado hasta hace unos días; sin embargo, comentaron que operativamente hay irregularidades que deben ser atendidas.

Además, se trabajó conjuntamente en la redacción de oficios que atendieran las demandas y que se enviarán a las autoridades y competencias pertinentes para comenzar con el desglose de las explicaciones que corresponda a cada dependencia; estas deberán ser enviadas a más tardar el 5 de agosto.

Además, quedó establecida una reunión para generar una mesa de trabajo entre la asamblea y dichas instancias para el día 16 de agosto, en donde se revisarán los avances que se tengan de los puntos tratados en los documentos.

A pesar de estos avances, creyeron importante manifestar de manera pública que existen deficiencias en el sistema, que requieren ser atendidas, como un llamado a la acción y una invitación al señalamiento de las condiciones que no son justas y denunciar cualquier deficiencia para establecer el diálogo y la búsqueda de un cambio.

Ante estas circunstancias, el 1 de agosto el movimiento realizó una marcha a las 8:00 a. m., iniciando en el Zócalo, que incluyó entregar cartas en Palacio Nacional, Secretaria de Educación Pública, Gobernación y Secretaría de Salud, así como a las comisiones de las cámaras de Diputados y Senadores.

El M.P.S.S. Quintero Leyra y la Dra. Arteaga han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

La imagen utilizada para ilustrar este contenido es cortesía del M.P.S.S. Andrés Quintero Leyra.

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