Jóvenes que utilizan más de cinco horas al día los teléfonos inteligentes (smartphones) tienen mayor probabilidad de sobrepeso y obesidad, lo que obliga a replantear estrategias y hasta usar la tecnología como aliada para promover la actividad física en ese segmento etario, según se desprende de un estudio colombiano presentado en la American College of Cardiology (ACC) Latin American Conference 2019, que se celebró del 25 al 27 de julio en Cartagena, Colombia.[1]

Mirary Mantilla-Morrón
"Pasar demasiado tiempo frente al teléfono inteligente facilita los comportamientos sedentarios, reduce el tiempo de actividad física, lo que aumenta el riesgo de muerte prematura, diabetes, enfermedades cardiacas, diferentes tipos de cáncer, molestias osteoarticulares y síntomas musculoesqueléticos", enumeró en un comunicado de prensa del American College of Cardiology la autora principal del estudio, la fisioterapeuta Mirary Mantilla-Morrón, especialista en rehabilitación cardiaca pulmonar y vascular del Centro de Investigaciones Cardiodiagnóstico SA/Fundación del Caribe para la Investigación Biomédica, dependiente de la Universidad Simón Bolívar, en Barranquilla, Colombia.
"Los jóvenes hacen todo a través del celular, que ya se convirtió en un minicomputador. Pero si el sujeto ya tiene obesidad y no lleva un estilo de vida saludable, el uso del teléfono inteligente debería ser mínimo, porque ya tiene factores de riesgo", comentó Mantilla a Medscape en Español.
Junto al Dr. Miguel Urina-Triana, de la misma institución, Mantilla evaluó a 1.060 estudiantes (360 hombres y 700 mujeres) de la Facultad de Ciencias de la Salud de esa casa de estudios, con un promedio de edad respectivo de 19 ± 3,6 y 20,3 ± 3,8 años. Los jóvenes respondieron un cuestionario que incluía la cantidad de horas frente a la pantalla de sus teléfonos inteligentes y datos sobre su altura y peso, lo que permitió a los investigadores explorar la relación entre el nivel de uso del dispositivo y el índice de masa corporal (IMC).
En un primer análisis, los investigadores encontraron que 274 varones y mujeres (25,8%) tenían sobrepeso (IMC > 25 kg/m2) y 47 (4,4%) obesidad (IMC > 30 kg/m2). De ese total, 49,8% (160) declaró dedicar más de 5 horas diarias al dispositivo móvil, una proporción más alta, en comparación con 46,5% (306/658) reportado por quienes tienen peso normal.
Por el contrario, solo 3 estudiantes con sobrepeso (1,1%) y ninguno con obesidad señalaron usar el teléfono inteligente entre 1 y 2 horas al día, frente a 19 (2,8%) de los que tienen peso normal. Mantilla y el Dr. Urina-Triana comprobaron que existe una relación estadísticamente significativa entre el aumento del índice de masa corporal y las horas dedicadas al teléfono celular mediante la prueba χ² de Pearson, que permite determinar si las dos variables en estudio están asociadas o son independientes una de la otra.
¿Asociación o causa-efecto?

Richard Lopez
Sin embargo, el diseño del estudio no permite establecer una relación inequívoca de causa-efecto, sino una asociación, correlación o covariación entre las dos variables, manifestó a Medscape en Español el psicólogo Richard Lopez, Ph. D., investigador del Department of Psychological Sciences, de la Rice University, en Houston, Estados Unidos, quien recientemente ha explorado la relación de las multitareas (multitasking) en jóvenes y el riesgo de obesidad.[2]
La única manera de probar que pasar mucho tiempo frente a las pantallas incrementa el peso "sería manipular la exposición o el uso de dispositivos por parte de los participantes y medir los cambios subsecuentes en el peso o el índice de masa corporal", señaló Lopez.
Mantilla está convencida de que el uso intensivo de los teléfonos inteligentes "no ocasiona la obesidad, pero es uno de los factores que aumentan esa probabilidad". Según un trabajo en adolescentes de Estados Unidos publicado en 2016 y citado por los autores, aquellos que pasaban más de 5 horas al día frente a pantallas (televisión, teléfonos inteligentes, videojuegos, computadoras y tablets) tenían 43% más probabilidad de presentar obesidad, en comparación con quienes empleaban el tiempo en otras actividades, algo que podía ser atribuido (al menos en parte) al mayor consumo de bebidas azucaradas y aperitivos, y menor actividad física.[3]
El estudio conducido por Lopez también sugiere que la "sobrecarga" de múltiples dispositivos digitales en simultáneo aumenta la susceptibilidad a desear alimentos y disminuye el autocontrol, lo que podría provocar aumento de peso.
En cualquier caso, Mantilla reconoció que también cabría evaluar la posibilidad de que aquellos jóvenes con exceso de peso fueran más introvertidos y pasaran más tiempo con sus teléfonos, en lugar de involucrarse en otras actividades sociales, "lo que facilita aún más el sedentarismo", indicó a Medscape en Español. "Es un círculo vicioso".

Dra. Irene Ventriglia
La Dra. Irene Ventriglia, médica de familia y directora del Programa Saludable para el Descenso de Peso del Hospital Italiano de Buenos Aires, en Argentina, no se sorprendió con los resultados del estudio colombiano. “En estos tiempos, y de manera creciente, se propone desde lo social y cultural algo así como una escisión entre la cabeza y el cuerpo”.
"Pasamos horas quietos, sentados o acostados frente a una pantalla que nos devuelva una imagen o una historia. Y esa desconexión atenta contra aquellas conductas que hemos dado en llamar ‘saludables’", señaló a Medscape en Español.
La Dra. Ventriglia añadió: "Se ha ‘normatizado’ un grado de inmovilidad y sedentarismo que no sorprende casi a nadie. Literalmente, personas de cualquier edad y género pueden pasar semanas en las que no registran haber caminado ni una cuadra en el día".
Apps que facilitan el movimiento
¿Cómo abordar el problema? Para Mantilla, una clave es la educación desde la infancia en hábitos de vida saludable. Pero en virtud de la omnipresencia de los teléfonos inteligentes (los autores señalaron que hay más dispositivos que habitantes en el planeta y que se han transformado en "una parte inherente de la vida humana"), la fisioterapeuta también indicó que sería interesante promover la descarga de aquellas aplicaciones para dispositivos móviles que alientan a realizar actividad física.
"Hay un sinnúmero de aplicaciones que facilitan el movimiento", dijo. "Si decimos a los jóvenes que no pueden usar el teléfono inteligente, ¿quién nos va a hacer caso? Nadie. Pero hoy los mismos celulares avisan si hace mucho tiempo que uno está sentado o quieto y estimulan a realizar una pausa activa o caminar".
Mantilla concluyó: "Podemos hacer infinidad de cosas con los teléfonos inteligentes. Pero lo importante es equilibrar, moverse y controlar esos factores de riesgo secundarios —como el sedentarismo y la mala alimentación— que conllevan enfermedades cardiovasculares".
Mantilla, Lopez y la Dra. Ventriglia han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
Siga a Matías A. Loewy de Medscape en Español en Twitter @MLoewy. Para más contenido siga a Medscape en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.
Contenido relacionado |
Medscape Noticias Médicas © 2019 WebMD, LLC
Citar este artículo: Vinculan el tiempo de uso de teléfonos inteligentes con sobrepeso y obesidad - Medscape - 31 de jul de 2019.
Comentario