ACAPULCO, MEX. Un factor relevante al momento de seleccionar un tratamiento oncológico es tener en cuenta las características etarias del paciente; esto se vuelve particularmente importante con la población de adolescentes y adultos jóvenes, pues responden de formas más variadas a los tratamientos y a la enfermedad. El tema se abordó durante el XXV Congreso Internacional de Onco-Hematología Pediátrica, en Acapulco, México.[1]
Los adolescentes y adultos jóvenes de 15 a 40 años constituyen el grupo más complejo de pacientes oncológicos. Por un lado, no siempre resulta claro si es necesario continuar el mismo tratamiento que a los niños y en qué dosis; por el otro, sus tasas de sobrevida disminuyen y sus condiciones sociales se modifican, lo que dificulta mucho más la adherencia adecuada al tratamiento.
De acuerdo con el National Cancer Institute, en Estados Unidos algunos cánceres en los adolescentes y en los adultos jóvenes pueden tener características genéticas y biológicas únicas.
"Tratar a los adolescentes con cáncer es un tema complejo por factores psicosociales, adherencia, factores biológicos —como resistencia a ciertos [fármacos]—, hacen que estos pacientes sean de alto riesgo", comentó a Medscape en Español el Dr. Juan Quintana, Presidente de la Sociedad Latinoamericana de Oncología Pediátrica.
Si bien muchos hospitales y centros de salud siguen presentando una división tajante en la población infantil y la población adulta, el Dr. Quintana recomendó crear un grupo completamente independiente para los adolescentes. "Tratarlos de forma adecuada, porque cuando uno los mira piensa: ‘Si se curan con los tratamientos de niños, ¿para qué darles otra cosa?’; y en realidad, cuando se aplican otros tratamientos la toxicidad es mayor".
Aunado a esto existen consideraciones cruciales al momento de tratar a la población de adolescentes y adultos jóvenes, como la calidad de vida que tendrán una vez que hayan vencido a la enfermedad.
"Los retos para atención de cáncer siguen siendo muchos, desde el conocimiento básico de su patología, su tratamiento [y] el manejo de complicaciones, pero lo más importante es que una vez que están curados hay que darles seguimiento, porque hoy los sobrevivientes quieren llevar una vida normal", indicó la Dra. Ana María Niembro Zúñiga, oncóloga del Instituto Nacional de Pediatría.
Y dentro de su calidad de vida entra la garantía de que en algún momento puedan llegar a tener hijos.
Según la Dra. Niembro, el tema de la fertilidad durante un tratamiento oncológico de adolescentes es complicado, porque en la práctica la mayoría de los doctores no contempla el futuro lejano del paciente, pues está más preocupado en salvarle la vida. Por lo anterior, aun cuando los médicos hablen con sus pacientes sobre algunos efectos secundarios que podría tener la terapia, como problemas neurológicos y cognitivos, rara vez mencionen su futuro reproductivo o busquen opciones para preservarlo.
"Cuando revisamos a un paciente o a un paciente que está en vigilancia, no nos atrevemos a [hacer un examen físico completo con exploración de los] genitales y mucho menos a hablar de una posibilidad de preservar su material reproductivo", advirtió la Dra. Niembro, y continuó con la observación de que los médicos raras veces se toman el tiempo de conocer un poco más a su paciente cuando se le informa sobre la enfermedad, el tratamiento y los efectos.
Esto debe cambiar. El artículo 4º de la Constitución Mexicana menciona que toda la población tiene derecho a la salud y también derecho a la fertilidad y a la reproducción. "Por eso es importante que este tema se [aborde] con los pacientes", reafirmó la experta.
Pero las barreras continúan. Incluso si el médico preguntara al adolescente si desea tomar medidas para tratar de garantizar su futuro reproductivo, las opciones son escasas y caras; muchas familias no pueden costearlas.
"La preservación de la fertilidad consiste en congelar embriones, óvulos y espermatozoides en contenedores u otros métodos de congelación, para mantenerlos en nitrógeno líquido hasta volver a usarlos", explicó la especialista. Este material reproductivo puede preservarse desde 10 años hasta fechas indefinidas, pero tiene un costo alto, sobre todo porque en el caso particular de los óvulos, lo más recomendable es fecundarlos. "¿Con qué espermas se va a fecundar una niña de 14 años? Hay bancos de esperma, pero cuestan".
Otra barrera consiste en que muchas veces los pacientes son tan jóvenes que no es ni siquiera posible obtener óvulos o espermatozoides viables. Actualmente se continúa la realización de estudios en animales para propiciar la reproducción por medio de tejido ovárico o testicular.
Aunque ya es posible reimplantar tejido ovárico y testicular de forma quirúrgica en los pacientes durante su etapa adulta, aún no existen casos humanos de recién nacidos con espermatozoides producto de esta reimplantación.
La falta de opciones es un tema preocupante, porque de acuerdo con la Dra. Niembro, aproximadamente un tercio de los niños que se someten a tratamientos para el cáncer tendrá problemas de fecundación por la quimioterapia, la radioterapia o las cirugías.
"Es nuestra obligación tratar de preservar esta circunstancia. En un futuro nos pueden acusar de que no vimos por el futuro de su salud reproductiva", enfatizó la especialista.
El país sigue en desventaja respecto al tema, por ello la experta advirtió que es importante estar en constante vigilancia, sobre todo cuando se haga uso de fármacos como el régimen MOPP, quimioterapia que puede combinarse o no con radioterapia y que contiene clorhidrato de clormetina, sulfato de vincristina (Oncovin), clorhidrato de procarbazina y prednisona, ya que es muy probable que genere azoospermias prolongadas. Lo mismo sucede con el uso de nitrosoureas, particularmente en pacientes con tumores cerebrales o leucemias.
Al final, el primer paso para resolver un problema es reconocer que existe. Es urgente que la medicina actual comience a poner atención en el futuro del adolescente, tanto en sus posibilidades reproductivas como en la calidad de vida que tendrá, qué pasará con él cuando un seguro de gastos médicos mayores no cubra el cáncer por ser condición preexistente o de la segregación que pueda llegar a tener en ciertas instituciones por esta enfermedad.
"Para dar seguimiento hacen falta pautas estandarizadas, que exista una comunicación entre los doctores infantiles y de adultos para después comunicarlo a todos los demás", concluyó el Dr. Quintana.
Los doctores Niembro Zúñiga y Quintana han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
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Citar este artículo: El futuro reproductivo del adolescente con cáncer también es parte del tratamiento oncológico - Medscape - 10 de jul de 2019.
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