El tabaquismo aumenta el riesgo de infarto de miocardio con elevación del segmento ST, sobre todo en mujeres jóvenes

Batya Swift Yasgur

Conflictos de interés

3 de julio de 2019

El tabaquismo aumenta el riesgo de infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST en hombres lo mismo que en mujeres, pero las mujeres fumadoras tienen un riesgo significativamente mayor que los hombres fumadores, sobre todo si tienen menos de 50 años, señala un nuevo estudio.[1]

Investigadores estudiaron más de 3.300 eventos de infarto de miocardio con elevación del segmento ST para evaluar el tabaquismo como un factor de riesgo independiente y determinar las diferencias de riesgo entre grupos de edad y género.

Encontraron que el tabaquismo aumenta el riesgo de infarto de miocardio con elevación del segmento ST en pacientes de todas las edades y de uno y otro géneros, pero el riesgo es mayor en mujeres que en hombres.

Aunque la mayor diferencia de riesgo relativo (RR) en fumadores y fumadoras se observó en personas de entre 50 y 64 años, el incremento máximo en el riesgo se encontró en el grupo más joven (18 a 49 años de edad), y el riesgo para las fumadoras es 13 veces más alto que para sus contrapartes no fumadoras, y 8 veces más alto en hombres fumadores jóvenes.

Un hallazgo más positivo fue que exfumadores tuvieron un nivel de riesgo similar a quienes nunca habían fumado.

"En general, creo que los hallazgos de este estudio ayudan a definir con más precisión el incremento en el riesgo de infarto de miocardio con elevación del segmento ST asociado al tabaquismo y espero que esta nueva información aleccionadora aliente a fumadores a dejar de fumar", indicó a Medscape el autor principal, Dr. Ever Grech.

"El segundo mensaje es muy positivo, por cuanto este estudio mostró que quienes dejaban de fumar podían reducir su riesgo de infarto de miocardio grave a un nivel similar a un contemporáneo que nunca había fumado", agregó el Dr. Grech, cardiólogo intervencionista consultor y director de TAVI South Yorkshire Cardiothoracic Centre, en el Northern General Hospital, de los Sheffield Teaching Hospitals, de la NHF Foundation Trust, en Reino Unido.

El estudio fue publicado el 24 de junio en la versión electrónica de Journal of the American College of cardiology.

Renuencia a reconocer el riesgo

"Como cardiólogo intervencionista sénior que trabaja en un centro importante para la atención al infarto de miocardio en Reino Unido, llevo a cabo intervención coronaria percutánea primaria de urgencia en quienes tienen infarto de miocardio con elevación del segmento ST grave", explicó el Dr. Grech.

Comprobó que "una gran mayoría" de pacientes más jóvenes que experimentaban infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST pertenecía al grupo de fumadores.

"A menudo veo que son renuentes a aceptar la relación entre tabaquismo e infarto de miocardio con elevación del segmento ST, pues no se había definido el incremento real en el riesgo ocasionado por el tabaquismo", continuó.

"Por consiguiente, formé un grupo de investigación con la participación de la University of Sheffield y la School of Health and Related Research, y nuestras investigaciones iniciales revelaron que alrededor de 50% de todos los pacientes con infarto de miocardio con elevación del segmento ST eran fumadores activos, pero esta cifra aumentó a cerca de 80% en quienes tenían menos de 50 años", explicó.

"Me pareció que este incremento notable justificaba una evaluación más detallada, lo que condujo a un análisis más amplio de los datos, dentro de nuestra unidad y en toda la región de Yorkshire del Sur", destacó.

Para abordar la cuestión, los investigadores llevaron a cabo un estudio ecológico retrospectivo de cohortes, recopilando datos de todos los pacientes que presentaron infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST y que se trataron mediante intervención coronaria percutánea primaria en la región de Yorkshire del Sur entre el 4 de enero de 2009 y el 31 de julio de 2014. Datos de estos pacientes se combinaron con datos de la población para generar tasas de incidencia de infarto de miocardio con elevación del segmento ST.

Los datos recabados consistieron en edad del paciente, género, antecedente de tabaquismo, factores de riesgo cardiovascular claves, fármacos cardioprotectores tomados antes del inicio de infarto de miocardio con elevación del segmento ST y arteria implicada en este.

Los exfumadores se consideraron abstinentes por un mínimo de 28 días antes del infarto de miocardio con elevación del segmento ST, aunque la duración del cese del tabaquismo se omitió de las notas de caso de pacientes en más de un tercio (38%) de los exfumadores.

Los investigadores utilizaron la distribución de Poisson para calcular los cocientes de tasa de incidencia (IRR) estandarizados conforme a edad al comparar tasas de infarto de miocardio con elevación del segmento ST entre fumadores y no fumadores estratificados según género y tres grupos de edad (18 - 49, 50 - 64 y > 65 años).

La prevalencia de la mayor parte de los factores de riesgo y todos los fármacos cardiológicos previos al infarto de miocardio con elevación del segmento ST fueron similares entre los géneros, aunque hipertensión, diabetes y antecedente de accidente cerebrovascular fueron más frecuentes de manera estadísticamente significativa en mujeres, y un antecedente previo de infarto de miocardio fue más prevalente en hombres.

La proporción de pacientes con infarto de miocardio con elevación del segmento ST que eran fumadores activos fue similar entre mujeres y hombres (46,8% frente a 47,6%).

Luz de esperanza

Durante el periodo del estudio de 5 años (5’639.328 años-persona), un total de 3.343 pacientes presentó infarto de miocardio con elevación del segmento ST, de los cuales 27,3% estaba integrado por mujeres.

La media de edad de la presentación en mujeres fue de 5,8 años más que en los hombres (66,6 frente a 60,8 años; p = 0,011).

La tasa máxima de infarto de miocardio con elevación del segmento ST para fumadores activos fue diferente entre mujeres y hombres (70 - 79 años [235 por 100.000 años-paciente] frente a 50 - 59 años [425 por 100.000 años-paciente]).

Además, el tabaquismo se asoció a un mayor incremento en la tasa de infarto de miocardio con elevación del segmento ST para las mujeres que para los hombres (IRR: 6,62 [IC 95%: 5,98 - 7,31] frente a 4,40 [IC 95%: 4,15 - 4,67]).

Hubo diferencias relacionadas con la edad y el género en la arteria implicada en el infarto de miocardio con elevación del segmento ST, de manera que la arteria coronaria derecha tuvo más probabilidades, y la circunfleja menos probabilidades, de resultar afectada en las mujeres.

La arteria coronaria derecha también resultó afectada con menos frecuencia en personas de 18 a 49 años, mientras que fumadores activos tuvieron más probabilidades de tener una lesión causante en la arteria coronaria derecha, y menos probabilidades de tener afectada la arteria descendente anterior izquierda.

En fumadores, la tasa más alta de infarto de miocardio con elevación del segmento ST fue en el grupo de 50 a 59 años (286,3 por 100.000 años-paciente; IC 95%: 262,1 - 312,2 por 100.000 años-paciente), en contraste con no fumadores, en quienes la tasa más alta fue entre los que tenían 70 a 79 años (95,1 por 100.000 años-paciente; IC 95%: 82,7 -108,9 por 100.000 años-paciente).

Los investigadores crearon una gráfica de tasa de incidencia que muestra las cifras brutas de infarto de miocardio con elevación del segmento ST, en comparación con la población general, las cuales demostraron un riesgo similar entre exfumadores y personas sin antecedente de tabaquismo para la presentación de infarto de miocardio con elevación del segmento ST, superponiéndose los intervalos de confianza entre los grupos a cada grupo de 10 años de edad.

El riesgo relativo más alto de infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST se encontró en fumadoras mujeres menores de 50 años, lo que equivale a 13,22 (IC 95%: 10,35 - 16,66) veces más que en sus contrapartes no fumadoras, un cálculo que fue más alto de manera estadísticamente significativa que en hombres del mismo grupo de edad (riesgo asociado a tabaquismo: 8,60; IC 95%: 7,70 - 9,59).

Además, la máxima diferencia de riesgo relativo en el infarto de miocardio con elevación del segmento ST asociado a tabaquismo se observó en el grupo de mediana edad (50 - 64 años), de manera que las fumadoras tuvieron un riesgo de infarto de miocardio con elevación del segmento ST de 9,66 (IC 95%: 8,30 - 11,18) veces más alto que los fumadores (4,47; IC 95%: 4,10 - 4,86), "lo que indica que el tabaquismo es un factor de riesgo más grave para las mujeres de este grupo de edad que para los hombres en un factor de 2,16", explicaron los autores.

"Por primera vez, este estudio proporciona un riesgo instantáneo numérico que específicamente se centra en los riesgos cardiacos del tabaquismo de una manera que es mucho más fácil de comprender, y espero que esto corrija la percepción que tienen los fumadores jóvenes de que los riesgos de infarto de miocardio aumentan a una edad mucho más avanzada", comentó el Dr. Grech.

"La reversibilidad del riesgo de infarto de miocardio con elevación del segmento ST en quienes habían dejado de fumar fue una sorpresa, lo cual considero como una ‘luz de esperanza’, y a las nubes oscuras como los desenlaces del tabaquismo", continuó.

"Esto indudablemente servirá de incentivo para los fumadores que puedan tener una preocupación genuina en torno a su salud a más largo plazo y percatarse de los beneficios masivos de abstenerse", agregó.

Peligros de la inhalación de humo de cigarros electrónicos (vaping)

En su comentario sobre el estudio Medscape, el Dr. Deepak L. Bhatt, maestro en salud pública, director ejecutivo de programas cardiovasculares intervencionistas, del Brigham and Women's Hospital Heart and Vascular Center, en Boston, Estados Unidos, quien no intervino en el estudio, lo consideró "muy interesante, bien realizado, e importante".

Señaló que "a veces los médicos se olvidan de que todavía hay mucho tabaquismo y que todavía es un factor de riesgo muy importante; en todo caso, es importante no distraernos".

El Dr. Bhatt, quien también es profesor de medicina en la Harvard Medical School, añadió: "Aunque las cifras absolutas de los fumadores con riesgo de infarto de miocardio con elevación del segmento ST pudieran diferir entre Estados Unidos y Reino Unido, donde se realizó este estudio, la relación entre tabaquismo e infarto de miocardio con elevación del segmento ST, que se ha conocido por algún tiempo, sigue siendo aplicable en cualquier población".

Afirmó que en muchos lugares de Estados Unidos se han promulgado prohibiciones al tabaquismo y se han estabilizado las tasas de tabaquismo, pero que la inhalación de humo de cigarros electrónicos (vaping) ha "estado creciendo en popularidad en cantidades astronómicas".

Los riesgos asociados a los cigarros electrónicos "no se han caracterizado bien, pero se están comenzando a publicar estudios centrados en la relación con el aumento del riesgo de infarto de miocardio", observó.

Añadió que "algunas compañías están comercializando cigarros electrónicos como más seguros que los habituales, aunque no se dispone de datos que respalden esto, y los saborizantes los vuelven más adictivos que los cigarros habituales, aun cuando no contengan la misma cantidad de sustancias químicas dañinas".

En consecuencia, "aun cuando las tasas de tabaquismo de cigarros habituales han descendido en Estados Unidos, en los últimos dos años la inhalación de humo de cigarros electrónicos las ha más que compensado", destacó el Dr. Bhatt.

Asesoramiento personalizado en el estilo de vida

Asimismo, en su comentario sobre el estudio para Medscpate , el Dr. Raffaele Burgiardini, del Departamento de Medicina Experimental, Diagnóstica y de Especialidades (DIMES), en Bologna, Italia, señaló:

"Me alegra el nuevo énfasis que se le está dando en el artículo al mayor riesgo para mujeres que para hombres, aunque no está convencido acerca de las afirmaciones del artículo en cuanto a novedad".

En cambio, los autores deberían "considerar afirmar que este es el mejor estudio que confirma las diferencias en los desenlaces relacionados con el tabaquismo entre personas de uno y otro género en vez de que es el único estudio que cuantifica estos desenlaces".

También se preguntó si hubo suficiente ajuste en cuanto a posibles factores de confusión para el factor de riesgo cardiovascular, que tiende a ser "peor en mujeres, lo cual de hecho conduciría a que estos resultados subestimaran el daño del tabaquismo en los hombres".

Asimismo, los autores reclutaron pacientes con y sin episodios cardiovasculares previos y "en congruencia con la ‘paradoja del fumador’, el tabaquismo es un factor predictor independiente de una remodelación más favorable del ventrículo izquierdo después de infarto, incluso después del ajuste respecto a múltiples variables".

Por este motivo, "sin evidencia sobre los efectos del tabaquismo por separado en pacientes con o sin eventos cardiovasculares previos, tememos que toda la estrategia de modelación pueda tener que recalcularse de acuerdo con este método".

No obstante, el estudio tiene mensajes fundamentales importantes para los médicos en ejercicio.

"Los fumadores deben dejar de fumar por completo y no solo reducir el tabaquismo si quieren reducir el riesgo de infarto de miocardio, lo cual es aún más importante para las mujeres, ya que su riesgo permanece más alto".

Recomendó que la asesoría general sobre estilo de vida "se debería ajustar al género de la persona".

El Dr. Grech añadió que los factores biológicos inherentes al aumento del riesgo en las mujeres probablemente son complejos y multifactoriales" y requieren investigación adicional.

"Lo que está claro es que los efectos protectores de estrógenos en mujeres jóvenes son anulados por el impacto poderoso del tabaquismo de cigarros, y aunque es interesante conocer estos motivos, lo que importa más es el resultado", resaltó.

No hubo ninguna fuente de financiación qué declarar. Los doctores Grech y coautores, Bhatt y Bugiardini, han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

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