El consumo moderado de alcohol se relaciona con hipertensión en estadios 1 y 2

Marlene Busko

Conflictos de interés

16 de marzo de 2019

NUEVA ORLEANS, USA. Los estudios han establecido que aquellos que beben alcohol en exceso tienen una mayor probabilidad de presentar hipertensión en comparación con aquellos que no, y ahora una nueva investigación confirma este vínculo y extiende el hallazgo a los que lo consumen en cantidades moderadas.[1]

En una muestra nacional de adultos estadounidenses, los investigadores encontraron que, en comparación con los no bebedores, los hombres y las mujeres que bebían entre 7 a 13 bebidas alcohólicas a la semana (bebedores moderados) tenían 1,5 veces más probabilidades de presentar hipertensión en estadio 1 y dos veces más probabilidades de presentar hipertensión en estadio 2, según los criterios de las nuevas guías de hipertensión del American College of Cardiology/American Heart Association 2017.

Aquellos que bebían alcohol en exceso (14 o más bebidas por semana) tenían un riesgo similar, ligeramente mayor de presentar hipertensión en estadio 1 o 2 frente a los no bebedores.

El autor principal, el Dr. Amer I. Aladin, residente de cardiología en la Wake Forest School of Medicine, en Winston-Salem, Estados Unidos, presentó estos hallazgos en una sesión informativa para los medios y presentará los resultados en la sesión científica anual 2019 del American College of Cardiology.

"En nuestro estudio, el consumo moderado de alcohol se asoció al riesgo de presentar hipertensión, mientras que en otros estudios se ha encontrado que el consumo moderado de alcohol es beneficioso", dijo el Dr. Aladin a Medscape Noticias Médicas en un correo electrónico.

Dr. Amer I. Aladin

El mensaje de salud pública es que los pacientes soliciten que se les revise la presión arterial cada vez que visiten a sus proveedores de atención médica, especialmente si son bebedores moderados o excesivos, dijo.

El Dr. Michael Roerecke, Ph. D., investigador del Centre for Addiction and Mental Health y profesor adjunto en la University of Toronto, en Toronto, Canadá, comentó de manera similar que "las pruebas de detección para el consumo de alcohol y la hipertensión, no se realizan regularmente en la práctica clínica y se deberían realizarse con mayor frecuencia".

"Los bebedores excesivos deben hablar con su médico acerca del riesgo y reducir el consumo de alcohol bajo su asesoría", dijo a Medscape Noticias Médicas en un correo electrónico.

Además, aunque el consumo ligero de alcohol (1 a 6 bebidas por semana) no se asoció con un aumento de la presión arterial en este estudio, "los atracones de alcohol —en Estados Unidos se definen como 4 o más bebidas dentro de un periodo de 2 horas para las mujeres, y 5 o más bebidas para los hombres—, pueden aumentar el riesgo de hipertensión incluso cuando el consumo promedio de alcohol durante la semana es bajo", señaló.

El alcohol tiene muchos efectos en el cuerpo y la mente, dijo el Dr. Roerecke. Es un carcinógeno, y tiene efectos hepatotóxicos y neurotóxicos en humanos. "El consumo ligero puede reducir el riesgo de infarto de miocardio o diabetes de tipo 2. Sin embargo, el riesgo de otras enfermedades se eleva sin importar la cantidad de alcohol, por lo que ningún nivel de consumo es seguro".

"En resumen", comentó, el estudio actual respalda el consejo de que "el beber menos puede evitar el riesgo de muchas enfermedades".

¿El consumo moderado de bebidas es perjudicial o beneficioso?

La asociación entre beber menos que el nivel excesivo de alcohol y la prevalencia de hipertensión, como se define en las nuevas pautas de práctica clínica, no está clara, informó el Dr. Aladin.

El Dr. Roerecke observó que su grupo resumió previamente la evidencia de la asociación entre los niveles de consumo de alcohol y el riesgo de hipertensión, según las pautas de hipertensión en ese momento (que definían la hipertensión como presión arterial sistólica ≥140 y/o presión arterial diastólica ≥ 90 mm Hg), y mostró que entre los hombres, el riesgo de hipertensión era elevado para cualquier nivel de consumo; y para las mujeres, no hubo un mayor riesgo con 1 a 2 bebidas por día, pero si con un consumo mayor.[2]

Su equipo también informó que la reducción del consumo de alcohol disminuyo la presión arterial en las personas que consumían más de 2 bebidas por día, mientras que no hubo cambios en la presión arterial para las personas que redujeron el consumo de una 1 a 2 bebidas hasta casi la abstinencia.[3]

Para examinar la asociación de los diferentes niveles de consumo de alcohol con la prevalencia de hipertensión (definida por las nuevas pautas), el Dr. Aladin y sus colaboradores identificaron a 17.059 participantes de la tercera National Health and Nutrition Examination Survey.

Los participantes tenían una edad media de 46 años; el 40% era de raza blanca y el 53% eran mujeres.

Según las respuestas a los cuestionarios, los participantes se clasificaron como nunca bebedores (grupo de referencia), ex bebedores, bebedores ligeros (1 a 6 bebidas/semana), bebedores moderados (7 a 13 bebidas/semana) o bebedores excesivos (14 o más bebidas/semana).

Sobre la base de al menos tres mediciones de la presión arterial, también se clasificaron en cuatro grupos:

• Presión arterial normal: menos de 120/80 mm Hg

• Presión arterial elevada (previamente conocida como prehipertensión): presión arterial sistólica entre 120 a 129 mm Hg y presión arterial diastólica < 80 mm Hg

• Hipertensión en estadio 1: presión arterial sistólica entre 130 a 139 mm Hg o presión arterial diastólica entre 80 a 89 mm Hg

• Hipertensión en estadio 2: presión arterial sistólica > 140 mm Hg y presión arterial diastólica > 90 mm Hg

En general, la presión arterial promedio fue 109/67 mm Hg entre los nunca bebedores, 128/79 mm Hg entre los bebedores moderados y 153/82 mm Hg entre los bebedores excesivos.

En comparación con los nunca bebedores, los bebedores excesivos tenían más probabilidades de presentar hipertensión (Odds ratio [OR]: 1,44; p = 0,002), en el modelo que se ajustó por edad, género, raza, ingresos anuales totales, el hábito de fumar, actividad física, índice de masa corporal, diabetes, colesterol de lipoproteinas de alta densidad y proteína C reactiva.

En comparación con el grupo de referencia, los bebedores moderados tenían más probabilidades de presentar hipertensión en estadio 1 (OR: 1,53; p = 0,0001) o estadio 2 (OR: 2,02; p < 0,0001)

Y de manera similar, en comparación con el grupo de referencia, los bebedores excesivos tenían mayor probabilidad de presentar hipertensión en estadio 1 (OR: 1,69; p < 0,0001) o estadio 2 (OR: 2,41; p < 0,0001)

El Dr. Aladin reconoció que el estudio esta limitado por ser observacional, y por qué los investigadores no descubrieron resultados separados para hombres y mujeres, por lo que se necesitan más investigaciones.

De manera similar, el Dr. Roerecke observó que "el estudio actual utilizó un diseño transversal, que no puede inferir causalidad, ya que el consumo de alcohol y la presión arterial se midieron al mismo tiempo".

"Necesitamos más estudios longitudinales", dijo, "para examinar la relación entre los niveles de consumo de alcohol y el riesgo de hipertensión según las nuevas pautas".

Los autores del estudio y el Dr. Roerecke han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

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