COMENTARIO

Tafamidis reduce la mortalidad en miocardiopatía amiloide

Dr. Jorge Thierer

Conflictos de interés

26 de diciembre de 2018

Hola, soy el Dr. Jorge Thierer, director del comité científico de la alianza entre Medscape en Español y la Sociedad Argentina de Cardiología, y jefe de la Unidad de Insuficiencia Cardiaca, CEMIC, en Buenos Aires, Argentina.

Como parte de los contenidos del 44 Congreso de Cardiología, me voy a referir especialmente a la sesión conjunta entre la Sociedad Argentina de Cardiología y la European Society of Cardiology, en la que se discutieron algunos estudios presentados en el congreso europeo.

Básicamente, en lo que es insuficiencia cardiaca, me referiré a dos estudios que hemos conocido, uno con resultado positivo, el otro con resultado negativo.

Tafamidis reduce la mortalidad de miocardiopatía amiloide

El estudio con resultado positivo fue ATTR-ACT. Es un estudio que enfocó una patología más prevalente de lo que creemos y hasta este momento con elevada mortalidad, la amiloidosis por alteración de la transtirretina. Esta amiloidosis en general corresponde a lo que antiguamente conocíamos como amiloidosis senil. Si bien es cierto que en ocasiones la alteración de la transtirretina tiene que ver con mutaciones, en ese caso suele presentarse en forma más precoz. Realmente es una patología que en general afecta a hombres mayores de 60 años y da manifestaciones básicamente de insuficiencia cardiaca, sobre todo de falla derecha, edemas, hepatomegalia, ingurgitación yugular, astenia, y por otra parte, alteraciones del ritmo y alteraciones en lo referente a la conducción de los impulsos auriculoventricular e intraventricular. La mortalidad es elevada, se trata de una patología que hasta hace tiempo considerábamos que solamente podíamos diagnosticar utilizando biopsia endomiocárdica o biopsia de grasa periumbilical, pero lo cierto es que en los últimos años hemos asistido al progreso de métodos complementarios, básicamente la resonancia magnética cardiaca y la utilización de marcadores específicos en cámara gamma, con lo cual el diagnóstico se hace mucho más sencillo.

Se considera que aproximadamente entre 10% y 15% de todos los pacientes con insuficiencia cardiaca y fracción de eyección preservada, un porcentaje similar de los pacientes que son sometidos a implante valvular aórtico transcatéter y aproximadamente 5% con miocardiopatía hipertrófica presentan amiloidosis con estas características. El estudio ATTR-ACT investigó la utilización de tafamidis, un fármaco capaz de bloquear la alteración de la transtirretina al transformarse de tetrámeros en oligómeros y monómeros, que se depositan como amiloide a nivel de las fibras miocárdicas. En este estudio se ha demostrado consistentemente en 441 pacientes que el empleo de tafamidis se asocia a una disminución de la mortalidad y de la hospitalización por insuficiencia cardiaca. Más allá de eso, como criterios de valoración secundarios se pudo demostrar una mejora en la calidad de vida o al menos un enlentecimiento en el empeoramiento progresivo de dicha calidad, porque lo cierto es que tenemos que considerar que incluso con los resultados beneficiosos de tafamidis, la mortalidad sigue siendo elevada. La mortalidad a 30 meses fue de 42,9% con el tratamiento convencional y de 29,5% con tafamidis (HR: 0,70; IC 95%: 0,51 - 0,96). Esto significa una mortalidad de 1% mensual. De cualquier manera, se abre una expectativa de tratamiento en una patología más frecuente de lo que creíamos, y que sigue siendo de elevada mortalidad.

Una patología que debemos buscar y sospechar su presencia.

Rivaroxabán en insuficiencia cardiaca y fracción de eyección deprimida

El siguiente estudio que quiero comentar brevemente es COMMANDER-HF, que seleccionó pacientes con insuficiencia cardiaca y fracción de eyección deprimida (menor de 45%) que hubieran estado internados con insuficiencia cardiaca en los últimos 12 meses, y se testeó la utilización de rivaroxabán en dosis de 2,5 mg cada 12 horas sumado al tratamiento convencional frente a placebo. La idea era que actuar sobre la trombina podría traducirse en una mejora del pronóstico, pero lo cierto es que el estudio COMMANDER-HF fracasó en su intento; no se pudo demostrar reducción de la mortalidad ni de la hospitalización. Así que nuevamente la anticoagulación en el tratamiento de la insuficiencia cardiaca vuelve a fracasar, como ya lo había hecho warfarina en el estudio WARCEF-HF.

Muchas gracias, seguimos desde Medscape en Español.

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