
La fibrilación auricular es muy dependiente de la edad y afecta a 4% de las personas mayores de 60 años y a 8% de los mayores de 80. Aproximadamente 25% de las personas de 40 años o más presentará fibrilación auricular a lo largo de su vida.[1]
La incidencia de fibrilación auricular es significativamente más alta en los hombres que en las mujeres en todos los grupos de edad, aunque este efecto puede estar relacionado con la diferencia de estatura media entre hombres y mujeres.[2]
El aumento de la presión intrauricular causa remodelación estructural y eléctrica auricular, y predispone a la fibrilación auricular. Las causas más frecuentes de elevación de la presión auricular son valvulopatía mitral o tricúspide y disfunción ventricular izquierda. La hipertensión sistémica o pulmonar habitualmente también predispone a sobrecarga de presión auricular y los trombos o los tumores intracardiacos son causas infrecuentes.
En 10% a 15% de los pacientes la fibrilación auricular no se asocia a comorbilidad. Sin embargo, a menudo se vincula a otras enfermedades cardiovasculares, como hipertensión, insuficiencia cardiaca, cardiopatía diabética, cardiopatía isquémica y miocardiopatía valvular, dilatada, hipertrófica, restrictiva y congénita.
Para saber más de la etiología y epidemiología de la fibrilación auricular, lea aquí.
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Citar este artículo: Mini Examen Clínico: Aspectos clave de la fibrilación auricular - Medscape - 1 de oct de 2018.
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