MEXRES: Protocolo nacional para leucemia linfoblástica aguda en recaída

Myriam Vidal

6 de septiembre de 2018

CIUDAD DE MÉXICO, MEX. La recaída en la leucemia linfoblástica aguda es la causa más común del fallo en su tratamiento, sin embargo, los médicos aún no saben cómo tratarla. Durante el 24° Congreso de Onco-Hematología que organizó la Agrupación Mexicana de Onco-Hematología Pediátrica (AMOHP) en la ciudad de Toluca, México, el Dr. César Galván Díaz, médico residente de oncología pediátrica del Instituto Nacional de Pediatría (INP), presentó el protocolo MEXRES, enfocado en clasificar y homogeneizar un tratamiento integral para los pacientes pediátricos con leucemia que presentan recaídas.[1]

Dr. César Galván

Las leucemias agudas componen 30% del cáncer en la infancia y su recaída ocurre en 15% a 20% de los pacientes, cifra que se duplica para México.[2] El Dr. Galván explicó que el número de pacientes pediátricos con leucemia linfoblástica aguda que sufren el fracaso del tratamiento cada año es mayor al de quienes tienen diagnóstico reciente de leucemia mieloide aguda o neuroblastoma.[3,4]

Es un problema nacional para el que no existe un protocolo de acción único o una guía de tratamiento estándar. La alternativa por la que muchos médicos optan consiste en repetir el tratamiento con dosis más intensas de quimioterapia o basar el tratamiento en guías internacionales como el protocolo alemán BFM90[5] o el protocolo POG 9061 para recaídas en sistema nervioso central[6], pero los pacientes siguen muriendo. Esto ha generado una ola de preocupación para otros miembros de la comunidad médica, que consideran que perderán a los pacientes al momento de encontrase con una recaída o piensan que tratar una leucemia refractaria es tan difícil, que tendrán que referir a los pacientes a centros de salud más grandes.

“El tratamiento de leucemia lleva [aproximadamente] 60 años estructurado, pero [aún] no sabemos cómo decir [a los pacientes] si su recaída se va a poder curar o es terriblemente mortal”, explicó el Dr. Galván, quien añadió que, aunque esta problemática sucede en todo el mundo, “en México empeora [debido a que] tenemos muchas recaídas, pero no las estudiamos”. En países como Estados Unidos, que conocen clínicamente a su población, han generado protocolos de tratamiento homogéneos, pero “en México, como no los clasificamos, no los tratamos del mismo modo”.

Debido a este problema, en la AMOHP surgió el protocolo MEXRES, cuyo objetivo es estudiar a los pacientes pediátricos con recaídas, durante un periodo de cinco años, siguiendo una guía estandarizada de tratamiento. Desde su creación en el año 2017 y hasta la fecha, el Instituto Nacional de Pediatría estuvo recolectando datos sobre la edad, estadio de la enfermedad, tratamientos y dosis en los pacientes de diferentes centros de salud en la República Mexicana que se ofrecieron para colaborar y, con estos, consolidaron una base de datos con los cuales pudieron concretar el protocolo MEXRES, un libro que dictamina el manejo que se debe establecer (tratamiento, dieta, medidas de soporte, protocolos de visitas, etc.) en los pacientes pediátricos con sospecha de recaída y que será puesto a prueba a partir de octubre de este año.

Este protocolo surgió gracias a la implementación de 6 pasos:

  1. Simplificar la asignación de riesgo y evaluaciones de la recaída. (Determinar si la recaída es de riesgo alto o riesgo estándar)

  2. Adaptación de la terapia a riesgos nacionales. (Soporte, infecciones, obesidad, etc.)

  3. Registro homogeneizado y accesible de datos clínicos.

  4. Estandarización del tratamiento y evaluaciones mediante guías técnicas de todos los aspectos importantes del protocolo.

  5. Estudios paralelos para analizar aspectos importantes para la población mexicana.

  6. Creación de programas de capacitación y guías para personal médico no especializado o experimentado.

Aunque la investigación tiene base en la Ciudad de México en el Instituto Nacional de Pediatría, a la fecha 6 centros de salud distribuidos en los estados de Jalisco, Monterrey, Estado de México y Tabasco han elegido participar y estarán aplicando el protocolo de acción durante los siguientes 5 años. Además, Guatemala también participará en el estudio, ya que sus especialistas consideran que es más factible adaptar un protocolo mexicano a uno proveniente de Canadá o Suiza, tomando en cuenta los factores genéticos y socioeconómicos.

Cualquier centro que desee unirse a la iniciativa deberá entrar al sitio web www.mexres.amohp.mx y escribir un correo electrónico expresando su interés. En septiembre de este año la AMOHP organizará una reunión mediante teleconferencia en línea para ultimar detalles con los centros elegidos. 

Se espera que los investigadores cuenten con los primeros resultados en enero de 2019, con ellos se tendrá una imagen de la situación nacional. “Cada estado en cada centro participante va a reportar cuál es su realidad y, esperamos más adelante, [aproximadamente a] mediados de 2019, saber [cuántos] pacientes [del total] incluido han tenido buenas respuestas. [Por primera vez] vamos a estudiar [la manera en que] impactamos en la calidad de vida de los pacientes pediátricos” ya que, hasta el momento, lo que está reportado es que en México, en promedio, los pacientes con recaída viven alrededor de 100 días.[7]

Conforme la investigación avance y se analicen los datos, se evaluará si es conveniente incluir más centros de salud.

El objetivo final es proporcionar una herramienta para mejorar la sobrevida de los pacientes y hacer que todos los centros que tratan una leucemia en primera línea tengan la capacidad para dar el mejor manejo ante una recaída porque, “desafortunadamente, de 3 a 4 de cada 10 pacientes que empiezan un tratamiento para leucemia, necesitarán tratamiento de segunda línea”, concluyó el Dr. Galván.

El Dr. Galván ha declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

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