En la sala de operaciones de un hospital, las relaciones están dominadas por la jerarquía y el género de los integrantes del equipo, los mismos componentes que se encargan de configurar las conductas sociales en los primates no humanos. Este es el resultado de un estudio realizado por investigadores del Departamento de Psicología de la Emory University, en Atlanta, Estados Unidos, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).[1]
El objetivo principal del estudio era observar la sala de operaciones como lo hacen los etólogos, enfocándose sobre todo en la jerarquía y el género de los componentes del grupo. La etología es el estudio de las especies animales, incluido el hombre, desde el punto de vista de la historia evolutiva, utilizando registros de su comportamiento.
En el estudio, realizado entre los años 2014 y 2016, denominado “Primatología de la sala de operaciones”, los investigadores observaron 200 procedimientos quirúrgicos (68% cirugías abiertas; 32% cirugías laparoscópicas) en tres centros hospitalarios estatales en Estados Unidos. Registraron todas las interacciones sociales (6348) entre más de 400 clínicos (cirujanos jefes, residentes, anestesiólogos y personal de enfermería) y observaron en qué momento había conflicto, y/o cooperación entre los integrantes, cuántas veces ocurría esto, y entre quiénes.
Las interacciones dieron un resultado de 59% de cooperación, y 2,8% de conflicto. La mayoría de los conflictos se inició en escalafones bajos de la jerarquía, y el conflicto fue mayor en los equipos donde había más componentes masculinos, algo muy similar a lo que ocurre con otros primates.
En el Departamento de Ginecología fue donde se observaron más interacciones de colaboración, y menos conflictos, mientras que el Departamento de Cirugía Cardiotorácica presentó la menor tasa de cooperación y de conflicto. Los equipos grandes presentaron más tasas de conflicto, en comparación con los pequeños, así como con los procedimientos quirúrgicos más prolongados.
Otro resultado que llamó la atención consiste en el hecho de que la cooperación fue mayor en aquellos grupos donde el jefe era del género opuesto a la mayoría del equipo. “Esto tiene su origen en una explicación evolutiva, ya que basándonos en lo que sabemos del estudio de otras especies, e incluso de la antropología humana, las rivalidades y los conflictos son más típicos dentro de individuos del mismo género”, indica Laura K. Jones, primera autora del estudio, e investigadora posdoctoral en el Departamento de Psicología, en la Emory University, en Atlanta, Estados Unidos. La división de tareas en el ser humano (machos cazando, y hembras cuidando del grupo) es otra razón para entender que hay menos conflicto entre hombres y mujeres, que entre individuos del mismo género.

Frans de Waal
“Queríamos utilizar las técnicas y los conceptos de la biología evolutiva para entender cómo interactuaban las personas en un quirófano”, expresó el especialista en primates y etólogo Frans de Waal, coordinador principal de este estudio, director del instituto Living Links, en el Yerkes National Primate Research Center, también de la Emory University.
“Las encuestas son la herramienta más utilizada para estudiar el comportamiento humano, pero no son muy fiables, pues el hombre miente mucho, y generalmente están hechas a medida de la pregunta que se quiere resolver”, agregó De Waal. “No podemos lograr que un chimpancé responda una encuesta, así que debemos observarlo detenidamente, y lo que encontramos en nuestro estudio fue que la sala de operaciones muestra comportamientos típicos de los primates”, comentó el investigador a Medscape en Español durante el Fórum de Neurociencias de la Federation of European Neuroscience Societies (FENS) celebrado en Berlín, Alemania, del 7 al 11 de julio de 2018.
El concepto de equipo dentro del quirófano fue un factor que intrigó especialmente a los investigadores. En una gran mayoría se trata de equipos mixtos que cambian constantemente, ya que su integración depende mucho de la disponibilidad de personal en el momento de la operación.
Según estos resultados se podría pensar que no existen la estabilidad ni la división de papeles que se establecen en las relaciones largas, pero los clínicos piensan diferente. “Es cierto que no siempre son los mismos integrantes, pero en la práctica uno suele trabajar con un grupo amplio, pero conocido, de profesionales”, señaló a Medscape en Español el Dr. Javier Cubillos, anestesiólogo del Hospital Universitario San Ignacio, en Bogotá, Colombia.
“Y también es cierto que hay relaciones de poder que en algunos casos llevan al conflicto. Pero en los últimos 20 años ha habido un cambio muy importante en este aspecto, tanto en la actitud de líder del cirujano jefe, como en el trato a los subalternos, y sobre todo, un cambio en el respeto, inclusión, y aceptación de las mujeres como profesionales de la medicina” concluyó.
Laura K. Jones, Frans de Waal y el Dr. Cubillos han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
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Citar este artículo: La jerarquía y el género mandan en las relaciones del quirófano - Medscape - 25 de jul de 2018.
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