La alergia a la penicilina se asocia a infecciones por Staphylococcus aureus resistente a meticilina y C. difficile

Nicola M. Parry

Conflictos de interés

2 de julio de 2018

Los pacientes con alergia documentada a la penicilina tienen más riesgo de presentar nuevas infecciones por Staphylococcus aureus resistente a meticilina (MRSA) y Clostridium difficile, según ha demostrado un estudio.

El estudio de cohortes equiparadas basado en la población se publicó el 27 de junio en la versión electrónica de The British Medical Journal.[1]

"Más de la mitad del incremento en el riesgo de infección por Staphylococcus aureus resistente a meticilina, y más de un tercio del aumento del riesgo de infección por C. difficile entre los pacientes con alergia a la penicilina, se atribuyeron a antibióticos betalactámicos alternativos", escriben la Dra. Kimberly G. Blumenthal, de la Harvard Medical School y el Massachusetts General Hospital, Boston, Estados Unidos, y sus colaboradores.

La mayoría de pacientes con alergia a la penicilina comunicada no tiene una verdadera alergia a la penicilina. En un estudio de individuos con diagnóstico de alergia a la penicilina, 95% resultó ser tolerante a la penicilina después de someterse a pruebas de alergia.

No obstante, la designación de alergia a la penicilina afecta la manera en que los médicos prescriben antibióticos a estos pacientes, y a menudo da por resultado el uso de antimicrobianos que tienen un espectro de actividad más amplio que la penicilina, así como más efectos tóxicos.

De hecho, el mal uso de antibióticos de amplio espectro es un factor de riesgo para desarrollar infección por Staphylococcus aureus resistente a meticilina y C. difficile.

Con el fin de analizar el efecto de las designaciones de alergia a la penicilina sobre la salud pública, la Dra. Blumenthal y sus colaboradores evaluaron el vínculo entre una nueva alergia a la penicilina registrada, y el riesgo de presentar infecciones por Staphylococcus aureus resistente a meticilina y C. difficile.

Utilizaron una base de datos general de registros médicos electrónicos en el Reino Unido. Los investigadores analizaron una cohorte equiparada de adultos que se reclutaron en el sistema entre los años 1995 y 2015, sin diagnóstico previo de infecciones por Staphylococcus aureus resistente a meticilina o C. difficile.

Los investigadores también identificaron pacientes con una primera alergia a la penicilina en sus registros médicos, y los equipararon con hasta cinco usuarios de penicilina no alérgicos, de acuerdo con edad, género, y fecha de ingreso al estudio.

El estudio incluyó un total de 301.399 adultos sin infección previa por Staphylococcus aureus resistente a meticilina o C. difficile, 64.141 de los cuales tenían alergia a la penicilina, y 237.258 eran controles equiparados.

El criterio principal de valoración consistió en los nuevos casos de infecciones por Staphylococcus aureus resistente a meticilina y C. difficile; el criterio secundario de valoración fue el empleo de antibióticos betalactámicos y antibióticos alternativos a betalactámicos.

Durante una media de seguimiento de 6 años, 1365 de los 301.399 adultos en el estudio desarrollaron infección por Staphylococcus aureus resistente a meticilina (442 pacientes con alergia a la penicilina; 923 controles), y 1688 presentaron infección por C. difficile (442 pacientes con alergia a la penicilina; 1246 controles).

Según los investigadores, los hazard ratio ajustados entre los pacientes con alergia a la penicilina fueron de 1,69 (intervalo de confianza de 95% [IC 95%]: 1,51 - 1,90) para la infección por Staphylococcus aureus resistente a meticilina, y 1,26 (IC 95%: 1,12 - 1,40) para la infección por C. difficile.

Los cocientes de tasas de incidencia ajustados para el uso de antibiótico entre los pacientes con alergia a la penicilina fueron de 4,15 (IC 95%: 4,12 - 4,17) para macrólidos; 3,89 (IC 95%: 3,66 - 4,12) para clindamicina, y 2,10 (IC 95%: 2,08 - 2,13) para fluoroquinolonas.

Los investigadores también descubrieron que 55% del riesgo de presentar infección por Staphylococcus aureus resistente a meticilina, y 35% del incremento del riesgo de presentar infección por C. difficile fueron atribuibles a un mayor empleo de antibióticos betalactámicos alternativos.

El aumento del riesgo de presentar infecciones por Staphylococcus aureus resistente a meticilina y C. difficile también fue mediado por el mayor uso de fluoroquinolonas, clindamicina y macrólidos (55% y 26%, respectivamente); fluoroquinolonas y macrólidos (54% y 24%, respectivamente); fluoroquinolonas y clindamicina (26% y 20%, respectivamente), y fluoroquinolonas solas (24% y 16%, respectivamente).

Los resultados de este estudio corroboran los de estudios previos que demuestran que pacientes con alergia documentada a la penicilina tienen más riesgo de presentar infección por Staphylococcus aureus resistente a meticilina y por C. difficile.

Los hallazgos también resaltan la fuerte relación entre la prescripción de antibiótico en contextos ambulatorios y el riesgo de presentar infección por Staphylococcus aureus resistente a meticilina, señalan los autores.

"A medida que aumenten las infecciones por microorganismos resistentes, los esfuerzos sistemáticos para confirmar o descartar un antecedente de una verdadera alergia a la penicilina serán una estrategia de salud pública importante para reducir la incidencia de infección por Staphylococcus aureus resistente a meticilina y C. difficile", concluyen la Dra. Blumenthal y sus colaboradores.

El estudio fue financiado por National Institutes of Health y la American Academy of Allergy Asthma and Immunology Foundation. Un autor ha declarado recibir el Premio de Investigación para Académicos MGH Steven and Deborah Gorling. Los autores restantes han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

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