COMENTARIO

El signo del patito feo en la autoexploración del melanoma

Dr. Graeme M. Lipper

Conflictos de interés

23 de febrero de 2018

Detección de lesiones cutáneas sospechosas por el propio paciente

La incidencia de melanoma maligno ha estado aumentando durante las últimas seis décadas y en 2017 se diagnosticaron 87.100 casos en Estados Unidos.[1] Más de la mitad de los melanomas son detectados inicialmente por pacientes o por sus familiares,[2] de manera que el diagnóstico del melanoma maligno delgado en etapa temprana mejora espectacularmente las tasas de sobrevida a 10 años.[3] Estos dos hechos considerados en conjunto subrayan la importancia de educar al paciente para fomentar la detección temprana del melanoma maligno.

Desde su desarrollo en 1985, se ha enseñado la regla ABCD (A = asimetría, B = borde irregular, C = color abigarrado, D = diámetro mayor de 6 mm) como una herramienta sencilla de reconocimiento del patrón para distinguir los nevos melanocíticos normales de los melanomas. Esta regla simple ha sido una ayuda para la detección temprana del melanoma maligno pero puede no identificar melanomas malignos pequeños o amelanóticos, aun cuando se añada la "E" de "evolución de la lesión".[4] En cambio, una herramienta de detección más nueva instruye a los pacientes para que comparen sus lesiones cutáneas en busca de cualquier lesión atípica: el llamado signo del "patito feo".[5]

El signo del patito feo proviene de la noción de un nevo distintivo, es decir, que cada persona forma un patrón característico de nevos melanocíticos con base en determinantes genéticas como el fototipo de piel. De ahí que al alentar a los pacientes a buscar lesiones cutáneas que rompan con su patrón de nevo típico, el signo del patito feo puede mostrar sensibilidad o especificidad superiores para la detección del melanoma maligno en comparación con la regla ABCD más estática.

¿Cuál regla de detección es mejor?

Para evaluar esta hipótesis, Ilyas y sus colaboradores asignaron de manera aleatoria a 101 adultos voluntarios a dos grupos: a los que se les enseñó la regla ABCD (n = 51) y a los que se les enseñó el signo del patito feo (n = 50).[6] Los voluntarios fueron reclutados en una clínica multidisciplinaria para pacientes externos (Mayo Clinic, Arizona, Estados Unidos), se les proporcionó un tutorial sobre su regla de detección respectiva y luego se les pidió que clasificaran nueve lesiones de la piel como melanoma maligno o no melanoma maligno. Para el signo del patito feo, las imágenes incluyeron un trasfondo de nevos generados mediante Photoshop.

Los dos grupos de voluntarios eran equivalentes con respecto a edad, antecedente de melanoma (8,9%), escolaridad (85% a un nivel universitario o más avanzado), conocimiento previo de técnicas de reconocimiento del melanoma y atención dermatológica previa.

Los hallazgos del estudio fueron los siguientes:

  • Las dos reglas mostraron una alta sensibilidad: 99% (grupo que utilizó ABCD) frente a 100% (grupo que utilizó el signo del patito feo).

  • El grupo que utilizó el signo del patito feo demostró mejor especificidad que el grupo que utilizó ABCD (88,3% frente a 57,4%).

  • El grupo que utilizó el signo del patito feo también demostró precisión superior en el reconocimiento del melanoma maligno (90,9% frente a 66,7%).

  • Estas diferencias en especificidad y precisión por grupo persistieron aun cuando se realizó el ajuste con respecto a edad, escolaridad y antecedentes dermatológicos del voluntario.

Discusión

En el 2014 (el año más reciente con datos disponibles), se diagnosticaron 76.665 nuevos melanomas malignos cutáneos primarios en Estados Unidos, y 9.324 personas fallecieron por melanoma maligno, por lo cual esta es, por mucho, la forma de cáncer cutáneo más letal.[7]

Los médicos y los medios de comunicación han hecho un buen trabajo en educar al público acerca de los peligros del melanoma maligno, principalmente a través de la enseñanza de los criterios ABCDE, que resaltan la evaluación de cada lesión individual para determinar asimetría, irregularidad de los bordes, abigarramiento, diámetro grande y evolución.[8] En cambio, el signo del patito feo se basa más en el reconocimiento intuitivo del patrón, de manera que los pacientes utilizan sus propios nevos de fondo como controles para detectar cualquier lesión atípica que sea motivo de preocupación.

Como Ilyas y sus colaboradores han demostrado, el signo del patito feo" hizo posible la detección más aguda de melanoma maligno entre las personas que la regla de ABCD aunque en un escenario simulado. Hubiera sido incluso más convincente si los voluntarios (o sus compañeros) educados para buscar lesiones atípicas hubiesen resultado mejores para detectar melanomas en un estudio de cohortes de la vida real.

No obstante, educar a los pacientes para que añadan el signo del patito feo a sus criterios de detección de melanoma maligno parece ser sencillo. Como recientemente lo señalaron Daniel Jensen y Elewski[9] tal vez sea tiempo de añadir una caracterización más a la regla, su aspecto curioso.

Comentario

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