En un estudio de parejas en las que cada cónyuge pesaba alrededor de 91 kg (200 libras), y uno de ellos se sometió a un programa nacional de pérdida de peso de 6 meses (Weight Watchers), o recibió un folleto sobre pérdida de peso y trató de perder peso, es probable que el cónyuge no tratado también adelgace, en un efecto dominó.[1]
Específicamente, a los 6 meses, un tercio de los cónyuges no tratados había perdido 3% o más de su peso inicial, lo que se considera una baja significativa.
Los hallazgos fueron publicados en versión electrónica el 1 de febrero en Obesity, por Amy A. Gorin, Ph. D., profesora de Ciencias Psicológicas, en el Institute for Collaboration on Health, Intervention, and Policy, de la Universidad de Connecticut, en Storrs, Estados Unidos, y sus colaboradores.
"Este estudio se suma a la creciente literatura que sugiere que el peso, y el cambio de peso en las parejas casadas, es altamente interdependiente, y los programas de estilo de vida disponibles tienen efectos de pérdida de peso más allá del individuo tratado", según los investigadores.
"Explorar formas de involucrar activamente a los cónyuges en el tratamiento para aprovechar de manera más efectiva la dinámica familiar y social para promover la pérdida de peso clínicamente significativa, podría mejorar el alcance y la relación costo-efectividad del control del peso", sugieren.
Al pedirle un comentario, la Dra. Nia S. Mitchell, maestra en salud pública, profesora asistente de medicina interna, de la Duke University, en Durham, Estados Unidos, expresó a Medscape Noticias Médicas que está establecido que cuando la persona que compra y prepara alimentos comienza un programa de pérdida de peso, "los habitantes de la casa tienden a comer de manera diferente", y pueden perder peso, como mostró este estudio.
Pero el cónyuge no tratado también debe estar dispuesto a perder peso, advirtió. 'No ocurrirá mágicamente'. En el estudio actual, los cónyuges no tratados sabían que serían pesados después de 3 y 6 meses, lo que tal vez influyó en ellos.
Pérdida de peso a los 3 y 6 meses en cónyuges sin intervención
Investigaciones anteriores sugirieron que si uno de los compañeros en una pareja que cohabitaba perdía peso, el otro también lo hacía, en un efecto dominó, pero muchos de los estudios, especialmente aquellos que miraban la cirugía bariátrica, no eran aleatorizados, carecían de un grupo de control, o no se encontraban en un entorno real.
Para investigar esto, Gorin y sus colaboradores reclutaron e inscribieron a 130 parejas con sobrepeso u obesidad, en las que un cónyuge estaba dispuesto a participar en un programa de pérdida de peso, mientras que el otro acordó asistir solo a las evaluaciones.
Los participantes debían estar en un rango de entre 25 y 75 años, y los tratados requerían un índice de masa corporal (IMC) de 27 a 40 kg/m2, mientras que sus parejas solo necesitaban un índice de masa corporal ≥25 kg/m2.
Entre los participantes tratados, 65 fueron aleatorizados al programa Weight Watchers durante 6 meses, y 65 se asignaron al azar al grupo de control, y recibieron un folleto de 4 páginas con información sobre alimentación saludable, ejercicio, y estrategias de control de peso (por ejemplo, una dieta baja en calorías y grasa, y control de porciones), pero se dejaron de probar para perder peso por sí mismos.
La mayoría de las parejas (93%) estaba casada, y cuatro estaban en relaciones del mismo género; gran parte de los cónyuges tratados la constituían mujeres (68%).
Los participantes tenían una edad media de aproximadamente 54 años, y casi todos (94%) eran de raza blanca. Tenían un índice de masa corporal medio de 34 kg/m2, y un peso inicial medio de alrededor de 94 kg (207 libras).
El grupo de Weight Watchers tuvo acceso gratuito al programa durante 6 meses, que incluyó reuniones en persona, y herramientas en línea. En general, 37% asistió a una o más reuniones presenciales, y acudió a 12 reuniones.
A los 3 meses, los participantes en el programa Weight Watchers, en promedio, perdieron significativamente más peso que aquellos en el grupo control: 3,3 kg frente a 1,9 kg, o 3,6% frente a 2,1% de su peso inicial (p < 0, 05).
Los cónyuges no tratados habían perdido alrededor de 1,4 kg, o 1,5% de su peso inicial.
Sin embargo, a los 6 meses, los participantes en el grupo de Weight Watchers no perdieron significativamente más peso que aquellos en el grupo de control: 4,3 kg frente a 3 kg, o 4,5% frente a 3,2% de su peso inicial.
Los cónyuges no tratados habían perdido alrededor de 1,8 kg, o 2% de su peso inicial.
Por lo general, la pérdida máxima de peso ocurre entre 3 y 6 meses, y después la gente tiende a recuperar peso lentamente, señaló la Dra. Mitchell. La National Academy of Medicine considera que la pérdida de peso es a largo plazo, después de 1 año.
"Cuando alguien cambia su comportamiento, las personas a su alrededor también lo hacen", señaló Gorin, psicóloga del comportamiento, en una declaración de la Universidad de Connecticut.
"Si el paciente trabaja con su proveedor de atención médica, se une a un enfoque de estilo de vida basado en la comunidad, como el programa Weight Watchers, o intenta perder peso por sí mismo, sus nuevos comportamientos saludables pueden beneficiar a otros en sus vidas", agregó.
Cónyuge como apoyo, no como molestia
Las guías de 2013 AHA/ACC/TOS para el control del sobrepeso y la obesidad en adultos, recomiendan "una pérdida de peso de 3% para lograr beneficios medibles de salud; en ambas condiciones, este criterio se observó en 32% de cónyuges no tratados", informaron Gorin y sus colaboradores.[2]
"Una mayor pérdida de peso puede conducir a más mejoras", según la Dra. Mitchell, quien dirigió un estudio de 7 años para investigar la pérdida de peso con el programa Take Off Pounds Sensibly (TOPS).
"Si conoces a alguien que pesa aproximadamente 91 kg, ¿sería feliz de perder 2,7 kg si está buscando perder peso?", preguntó retóricamente.
"En mi experiencia clínica, no es probable que las personas estén contentas con esa cantidad de pérdida de peso. Para la mayoría de ellas, una talla de ropa es de aproximadamente 4,5 kg, y realmente quieren reducir una talla de ropa, o dos, o tres".
Pero si, por ejemplo, un paciente tiene diabetes de tipo 2, y el médico puede mostrarle que con esta pérdida de peso podría recibir menos insulina, es probable que encuentre atractiva la idea.
"Este documento habla sobre el efecto dominó en los cónyuges, pero también considero que quizá se vea el efecto dominó en los niños, en quienes es menos probable que puedan obtener y preparar su propia comida".
Según la Dra. Mitchell, "no es imposible, pero es útil si el compañero está a bordo con el cambio de peso, pero tampoco queremos que alguien moleste a su pareja".
Está claro que "a la gente le va mejor con el control de peso cuando tiene personas de apoyo a su alrededor, ya sea cónyuge, pareja, familiares, o incluso amigos y compañeros de trabajo".
El estudio fue financiado por Weight Watchers International. La Dra. Mitchell ha declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
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Citar este artículo: La pérdida de peso en la pareja genera un efecto dominó - Medscape - 8 de feb de 2018.
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