Dr. Jorge González: Buenas tardes, nos encontramos grabando desde CADECI 2017 en Guadalajara, México para Medscape en Español. Hoy estamos con el Dr. Ramón Brugada para platicar sobre el programa de desfibrilación externa automática en la población. Buenas tardes Dr. Brugada.
Dr. Ramón Brugada: Hola, buenas tardes, ¿qué tal?
Dr. González: Doctor, para empezar ¿qué es la desfibrilación automática de acceso público, a qué nos estamos refiriendo?
Dr. Brugada: Nos estamos refiriendo sencillamente a poner desfibriladores en la calle para que cualquier persona, durante una parada cardiaca, pueda utilizarlos sin tener dudas sobre si es capaz de hacerlo, sobre si tiene derecho a hacerlo, y por lo tanto simplemente use el desfibrilador para salvar una vida.
Dr. González: ¿Y cómo se debe de llevar a cabo?
Dr. Brugada: Bien,lo normal es que hay desfibriladores colocados en zonas donde haya mucha gente, y que cuando una persona pierda el conocimiento pongan el desfibrilador. Es posible que cuando una persona pierda el conocimiento por razones que no tengan que ver nada con una arritmia, pero ante la duda, poner el desfibrilador, porque en caso de una arritmia el desfibrilador puede salvar la vida.
Dr. González: Claro, pero el desfibrilador es la última etapa. Me imagino que hay un camino previo a llegar a la desfibrilación. ¿Prevención, entrenamiento para reanimación?
Dr. Brugada: Obviamente, estamos hablando siempre de utilizar un aparato que va a dar una descarga eléctrica. Pero si la persona que va a usar el aparato tiene una formación, si es cardiólogo si es intensivista es mucho mejor, pero la realidad es la que es, y por lo tanto, es posible que una persona de la calle que no tiene una formación médica no significa que no tenga acceso a estas máquinas. De hecho, la desfibrilación pública significa esto, que este en zonas públicas para que pueda ser utilizada en minutos, lo más rápidamente posible, para intentar salvar la vida.
Dr. González: Entonces, el punto clave es quién sea. Vamos, nos salimos del paradigma de que sólo el médico y el paramédico debe ser quien salva vidas.
Dr. Brugada: Lo importante de la desfibrilación pública es que el uso del desfibrilador ha sido considerado, no un acto médico, sino un acto de solidaridad, y el que realiza el acto médico es la máquina. Y esto es lo interesante, por lo tanto, la persona no tiene que tomar decisiones otras que poner el desfibrilador, poner los parches en el pecho, todo el resto de acciones lo hace el desfibrilador.
Por lo tanto, como que el acto médico lo hace el desfibrilador, ya las nuevas leyes que están saliendo sobre el uso del desfibrilador, por ejemplo, en Cataluña, ya nos indican que no es necesario tener una formación, que lo puede utilizar cualquier persona, obviamente en situación de urgencia, pero que si no tiene formación no pasa nada. Lo importante es que lo usen, para ahorrar tiempo, porque en cada minuto que pasa hay un 10% más de posibilidades de que la persona no sobreviva.
Dr. González: Teniendo un panorama de tres situaciones ¿cuál sería la sobrevida? en: una persona que no recibe ningún tipo de atención, en una persona que recibe reanimación sin desfibrilación y desfibrilación.
Dr. Brugada: La probabilidad de que una persona sobreviva a una parada cardiaca en la calle, en un sitio donde no hay desfibrilador es de menos de 5%. La realidad nos indica, y los casos que tenemos, es que es prácticamente un milagro, es una persona que ha tenido una parada cardiaca delante de un hospital, o justo cuando pasaba una ambulancia, o en un sitio con acceso a un desfibrilador, como un pabellón polideportivo en el que por casualidad había un desfibrilador.
Si se utiliza reanimación cardiopulmonar sola algunos estudios nos indican que podríamos subir a un 7-9%.
Pero luego, si utilizamos un desfibrilador, tanto porque es un desfibrilador de la calle o porque llega la ambulancia con el desfibrilador, subimos a un 20, incluso a un 38%, incluso a un 50% en zonas bien controladas como son los casinos en Estados Unidos. Obviamente en un casino está todo lleno de cámaras, ven todos los movimientos que realiza la gente, no por razones de salud, sino de seguridad y actúan rápidamente. Ahí casi un 50% de supervivencia con el uso de desfibriladores en casinos.
Dr. González: ¿Y dónde ponerlo? Digo la creencia popular es que la gente enferma es la que muere súbitamente, pero esto no es necesariamente cierto.
Dr. Brugada: No necesariamente, mueren uno de cada mil habitantes por muerte súbita cada año. Sí, la mayoría de estos van a morir porque tenían una cardiopatía previa, pero también tenemos mucha gente que muere sin tener conocimiento de que tenía una cardiopatía previa, o simplemente deportistas, o gente joven que tienen alteraciones genéticas o hereditarias, que pueden causar una muerte súbita. Se recomienda poner desfibriladores a dónde hay mucha acumulación de gente, polideportivos, estadios de fútbol, estaciones de tren, estaciones de autobuses, institutos, universidades. También en las zonas donde se acumula gente de mayor edad o con mayor probabilidad de tener una cardiopatía, zonas de tercera edad, casas de asilo.
Pero lo importante es que la gente entienda que hay que poner desfibriladores, de que realmente una empresa con muchos trabajadores, no puede plantearse no tener uno, porque cuestan mil dólares americanos, mil euros más o menos. Y que salvar una vida es muy importante, yo siempre doy el ejemplo de que poner el desfibrilador a una persona que ha hecho una muerte súbita es como tirar del brazo a un chico que se está ahogando en la piscina, ni te lo planteas. Tendríamos que llegar a este nivel con el desfibrilador, que no te plantearas ponerle el desfibrilador a una persona que ha perdido el conocimiento en la calle, que simplemente agarraras el desfibrilador y le pusieras los parches, y luego el desfibrilador ya actuará, porque la ventaja del desfibrilador es que es una máquina muy inteligente que no va a hacer nunca ningún daño. O sea, no se va a equivocar nunca, es decir, si la máquina interpreta y dice que no necesita una descarga, la persona que usa el desfibrilador no la puede dar, el desfibrilador no se carga ni hay un botón que apretar, por lo tanto, es imposible equivocarse.
El desfibrilador es una máquina muy inteligente que lo único que puede hacer es salvar vidas. No las va a salvar todas, obviamente, hay gente que se muere de un derrame cerebral, el desfibrilador no va a hacer nada, o hay gente que tiene una arritmia muy severa en la que tampoco va a poder hacer nada, o hay gente a la cual llegamos tarde y el corazón ya está en asistolia y el desfibrilador tampoco va a actuar, pero en aquellos casos en los cuales podemos actuar, poner el desfibrilador es tirar del brazo a una persona que se está ahogando en una piscina.
Dr. González: De acuerdo, si quisiéramos poner un tiempo, yo sé que es arbitrario, de la persona cuando cae al suelo porque empieza con una arritmia, a cuando yo lo puedo recuperar, cuanto tiempo tengo.
Dr. Brugada: Depende, tenemos casos, yo tengo un paciente, y hablo de pacientes recuperados, que llevan una vida normal. Y yo tengo una paciente que estuvo con reanimación cardiopulmonar y descargas de desfibrilador durante 42 minutos, pero esto es la excepción. Lo que es muy importante es que lleguemos lo más rápidamente posible. En el hospital, porque estamos ahí, y tenemos los desfibriladores a la mano, pues llegamos en muy pocos segundos o un minuto, y podemos salvar a mucha gente. Por tanto, en la calle, llegaremos un poco más tarde, pero lo más rápidamente que podamos llegar, usar el desfibrilador para salvar la vida. Se dice que a partir de 10-15 minutos las probabilidades de sobrevivir son prácticamente cero, hay excepciones, pero prácticamente estamos ahí, entre los 10 y los 15 minutos.
Dr. González: El mensaje es, lo más rápido posible. ¿Cómo llegamos de la idea de generar un programa de desfibrilación de acceso público a la realidad?
Dr. Brugada: Parte, sobre todo de una base que es que los ayuntamientos pedían desfibriladores para el pabellón de polideportivos o la cancha de fútbol o la estación de autobuses y luego el gobierno regional de Girona decidió que en lugar de regalar desfibriladores que acabarían en un cajón, en una oficina, bajo llave, sin batería, y que cuando lo necesitaras no estaría disponible, decidió montar un proyecto de desfibrilación pública y me pidió si lo podía liderar y poner en marcha.
En el 2009 hicimos una valoración de toda la zona, los 221 pueblos o municipios de Girona, para ver dónde colocar los desfibriladores, cuántos necesitábamos. Llegamos a la conclusión de que necesitábamos más o menos 500 desfibriladores fijos, en unas torres colocadas al aire libre, en torres disponibles 24 horas al día y unos 250 de móviles, que, dependiendo de la estación del año, en invierno en las pistas de esquí, en verano en las playas, o también en los cuerpos de seguridad.
Por lo tanto, acabamos colocando estos 750 desfibriladores y luego simplemente una buena conexión con el sistema de emergencias, una buena conexión informática para garantizar la calidad de los adhesivos del parche, para garantizar que se mantiene la temperatura del desfibrilador para que no se estropee el adhesivo, para garantizar un seguimiento de la batería para que no se descargue la batería, y luego obviamente cambiar la ley. Porque la ley en Cataluña hasta el 2011 nos decía que no podías usar un desfibrilador si no tenías 8 horas de formación. Nos costó tres años cambiar la ley, que ahora dice simplemente: "En caso de urgencia (que obviamente es siempre), cualquier persona, incluso sin formación, puede utilizar el desfibrilador". Con lo cual ahí se saca la duda, que es muy importante, porque cuando uno exige una formación para hacer algo, la persona que tiene que hacer aquello piensa que es muy difícil de hacerlo o que puede tener complicaciones y que puede tener problemas incluso legales por hacerlo. Es como un extintor, no hay formación para utilizar un extintor, no hay carnet, se asume que cualquier persona pueda hacerlo, es posible que uno lo haga mejor o peor, pero la probabilidad de que lo haga mal es bastante baja.
Dr. González: Y vale la pena el riesgo, finalmente lo que está en juego es una vida.
Dr. Brugada: Bueno, claro, es que nosotros que hemos estado mirando, porque el desfibrilador graba a todos los trazos electrocardiográficos, y cada vez que vez el trazado electrocardiográfico de una persona salvada tu sabes perfectamente cien por cien, que sin el desfibrilador aquella persona habría muerto. No hay más, la persona se está muriendo, si haces algo puedes salvarla, si no haces nada, se muere seguro.
Dr. González: Claro, leagradezco muchísimo Dr. Ramón Brugada. Como comentario final, la desfibrilación de acceso público debe ser un trabajo de todos, todos nos involucramos y salvamos vidas.
Dr. Brugada: Sí, muy importante y sobre todo entender, que el desfibrilador no puede hacer ningún daño pero que puede salvar una vida y no hay manera de equivocarse.
Dr. González: Le agradezco muchísimo, desde CADECI para Medscape en Español nos veremos próximamente.
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Citar este artículo: Desfibrilación de acceso público, experiencia del Dr. Brugada - Medscape - 31 de marzo de 2017.
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